Alejandro Narváez, representante de Villa María, destacó el crecimiento del consumo de vino entre mujeres y el enfoque femenino que distingue a su proyecto vinícola, con etiquetas sutiles, colaborativas y hechas casi en su totalidad por mujeres.
Alejandro compartió el crecimiento que ha tenido su proyecto familiar y cómo, en los últimos años, ha sido testigo de un notable aumento en el consumo de vino por parte del público femenino, rompiendo estigmas y ampliando perfiles. “Yo creo que ha aumentado alrededor de un 30 o 40%. Antes se creía que los vinos blancos o rosados eran solo para mujeres, pero ahora vemos más mujeres tomando vino tinto y clericó también. Eso se debe a la educación, a que se les está quitando el miedo y a que tienen, además, la mejor nariz y el mejor olfato para nosotros”, aseguró.
El origen de Villa María está marcado por una historia íntima y emotiva: el viñedo surgió tras una enfermedad renal de su padre, quien encontró en este proyecto una fuente de motivación. Lleva el nombre en honor a su tía abuela, María Ascensión, una mujer fuerte que trabajaba en el rancho y fue figura clave en su familia. Hoy, el proyecto mantiene esa esencia: “Toda mi cuadrilla son mujeres: la enóloga, la técnica química, la administradora, la patrona”.
Actualmente, Villa María cuenta con cuatro etiquetas:
- Green Ángel, un vino blanco semi seco de garnacha blanca 2022
- Rosado de Malbec 2023, fresco y ligero
- Ensamble de Malbec-Merlot, vino tinto con 70% malbec y 30% merlot, ganador de medalla de oro en concurso estatal
- Clericó, elaborado en colaboración con Maricela Acosta, de Las Carmelinas
Narváez también reconoció el impulso que ha tenido la industria vitivinícola en Aguascalientes, con más de 60 a 70 etiquetas locales. “Hace 20 años se producía más para brandy, pero gracias al trabajo conjunto de vitivinicultores, el gobierno, la SEDECYT, hoy estamos apostando por enoturismo, catas urbanas y vinos de calidad. Tenemos la tierra, el talento y los vinos para competir”.
Sobre su participación en las catas urbanas organizadas por Turismo, comentó: “Nos va muy bien. Hay gente que nunca va a los viñedos y esta es su oportunidad de probar etiquetas distintas, buscar su perfil. Eso ayuda a que conozcan lo que Aguascalientes tiene para ofrecer”.
Villa María aún no cuenta con tienda física, pero sus vinos pueden encontrarse en colaboración con restaurantes como Las Carmelinas o directamente con el productor. Además, Alejandro adelantó que pronto abrirán un punto de venta en la zona norte de la ciudad.




