Senado de EU confirma a nominado de Trump para dirigir CBP, pese a denuncias por encubrimiento de homicidio
El Senado de Estados Unidos confirmó este miércoles a Rodney Scott como nuevo comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés), la mayor agencia federal de seguridad del país. Su designación, impulsada por la administración del expresidente Donald Trump, fue aprobada con 51 votos a favor —todos republicanos— y 46 en contra, provenientes de la bancada demócrata.
La confirmación de Scott ha desatado una oleada de críticas por parte de organizaciones defensoras de derechos humanos y activistas pro-migrantes, quienes lo acusan de haber encubierto la muerte de Anastasio Hernández Rojas, un inmigrante mexicano fallecido en 2010 tras un violento operativo de agentes de la Patrulla Fronteriza, bajo el mando del ahora comisionado.
Con más de tres décadas de carrera dentro de CBP, Rodney Scott es considerado un funcionario leal al enfoque duro en política migratoria característico del trumpismo. En su primer mensaje tras ser confirmado, afirmó: “Comencé mi carrera en primera línea y ahora estoy listo para liderar a mi equipo de la CBP con integridad y una misión clara: defender nuestra soberanía, hacer cumplir la ley y poner a Estados Unidos en primer lugar”. También agradeció al expresidente Donald Trump y a la actual secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, por confiarle la conducción de la agencia, que cuenta con más de 60 mil empleados y opera todos los puertos de entrada a EE.UU., además de coordinar a la Patrulla Fronteriza.
Un nombramiento bajo la sombra de una muerte impune
La figura de Scott ha sido cuestionada desde hace años por su presunta responsabilidad en el manejo del caso de Anastasio Hernández Rojas, un albañil mexicano que vivió por más de dos décadas en EE.UU. y que fue detenido en San Diego el 28 de mayo de 2010 por agentes de la Patrulla Fronteriza. De acuerdo con testimonios y videos grabados por testigos, más de una docena de oficiales lo sometieron, lo golpearon y le aplicaron varias descargas eléctricas mientras estaba esposado y pedía auxilio. El forense clasificó su muerte como homicidio.
Organizaciones como Alliance San Diego y la Clínica de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de California, Berkeley, han señalado directamente a Scott como parte del aparato institucional que obstaculizó la investigación del caso. En una carta enviada al Senado antes de la votación, Andrea Guerrero y Roxanna Altholz advirtieron que “el papel de Scott en el caso Anastasio plantea serias preocupaciones sobre su integridad al frente de la agencia policial más grande del país y su complicidad en problemas de abuso de poder, tanto antiguos como actuales”.
Las juristas sostienen que, tras el incidente, el equipo de Investigación de Incidentes Críticos de CBP —dirigido por Scott en ese momento— comenzó a interferir en las pesquisas de la Policía de San Diego sobre los agentes involucrados, lo que derivó en años de impunidad.
CBP: una agencia en el ojo del huracán
La CBP ha sido una de las instituciones más cuestionadas durante y después del mandato de Donald Trump, especialmente por su papel en la implementación de políticas migratorias restrictivas como la separación de familias en la frontera, la detención prolongada de niños migrantes y la ampliación del muro fronterizo.
La designación de Scott se interpreta como un esfuerzo de continuidad de esa visión de seguridad nacional centrada en la disuasión migratoria, en un contexto de creciente polarización política y presión en la frontera sur de Estados Unidos.
Mientras tanto, activistas y defensores de derechos humanos advierten que el nombramiento de Scott representa un retroceso en los esfuerzos por garantizar la rendición de cuentas y la transparencia en los cuerpos de seguridad fronteriza.
