Que cada quien se rasque con sus uñas
Después del “relanzamiento” del PAN, sus hermanitos de tinta electoral, el PRI y el PRD, se preparan a nivel local para competir cada quien por su cuenta, después de que los azules anunciaran a nivel nacional el fin de las alianzas electorales. De hecho, los tricolores y lo que queda del sol azteca pronto dieron a conocer que cada uno se prepara para competir por su cuenta en el siguiente periodo electoral, lo cual será bastante interesante de ver, pues los electores tendríamos hasta cuatro candidatos para la gubernatura y para las once alcaldías; sin embargo, la mala relación que existía entre la familia del PAN-PRI-PRD era cada vez más notoria, pues todo inició desde las declaraciones del líder local del PRI, Kendor Macías, al acusarlos de no cumplir con los acuerdos políticos; por su parte, el líder del PRD, Óscar Estrada, también en semanas pasadas ya había dado a conocer que se preparan para competir con sus propias fichas.
Quienes saben del tema se cuestionan que, con esta decisión de no ir en bloque, a nivel federal se cede más poder y certidumbre electoral al oficialismo, aunque, con alianza o sin alianza, la barredora (pero electoral) guinda es incuestionable. A nivel local, la decisión de no ir en alianza representa algunas áreas de oportunidad, pues muchas personas de las filas del panismo exigirán los puestos que les corresponden en las administraciones públicas y que actualmente siguen controlando los priístas. En cambio, para algunos tricolores, el rompimiento de la alianza representa una definición: dejar el hueso o regresar a su origen. En caso de que decidan permanecer con el “hueso” heredado de las administraciones panistas, dejarían de lleno su labor partidista con el PRI; pero si optan por regresar al origen, tendrían que apechugar y aguantar la crisis revolucionaria en la que están metidos, renunciarían a las mieles del poder y se rascarían con sus propias uñas.
En el caso de los perredistas, a lo único que podrían renunciar es a las instituciones culturales, tanto municipal de la capital como a la estatal, las cuales tienen bajo su control desde hace bastantes años, y posiblemente también renunciarían a una diputación por mayoría relativa, pues los números no les dan para ganar un distrito local por esa vía; pero, a comparación de sus compañeros tricolores, el sol azteca pone en juego su existencia, pues sin alianza alguna tendrían que aspirar al 3% de la votación válida emitida para mantener su registro como partido político local; de lo contrario, pasarían a la historia como un desecho más de la partidocracia.
Las cosas no se quedan ahí, pues aun sin alianza, Morena a nivel local tendría algunos distritos de oportunidad como el 14, 16, 17 y 18, los cuales, en el pasado proceso electoral, tuvieron que ser tratados con mucha atención por parte de los azules, quienes invirtieron más trabajo en esas zonas que en los demás distritos. Además, también se debe tomar en cuenta que a nivel local se manejan dos figuras para el tema de las coaliciones: la coalición parcial y la flexible, sin que necesariamente lleguen a considerarse como alianzas 100%; así que habrá que esperar si el rompimiento de la alianza es total o no, al menos a nivel local, cuyo escenario político es completamente diferente a lo que sucede a nivel nacional.
Ya se apareció
En el Legislativo estatal ya se anda dando sus vueltas quien será el nuevo secretario general, después de la renuncia de Rogelio Ramírez Soto. Se le ha visto en las oficinas de los diputados y paseándose por la plaza a Cuco Muñoz, quien tomará la batuta y pondrá orden a todo el tema del Congreso; su nombramiento es un hecho y será este jueves cuando rinda la protesta de ley correspondiente y, con ello, inicie una nueva etapa en cuanto al funcionamiento y administración del Poder Legislativo.
Politización
Después de las declaraciones del obispo de la entidad sobre el tema de la inseguridad y el gasto utilizado en las festividades por el aniversario de la ciudad, el líder local de Morena, Gilberto Gutiérrez, salió a darle la razón al líder religioso, pues afirma que “la violencia se está apoderando” de la entidad. El líder morenista criticó que el recurso público se utilice en otras cosas en lugar de pacificar el estado; pero parece que los guindas, fieles a su discurso, hablan de dientes para afuera, pues a nivel nacional el Gobierno Federal también ha utilizado bastante recurso público en conciertos y festividades, en lugar de destinarlo a otras cuestiones más importantes. Pero bueno, aquí los guindas juegan su rol de oposición y su rol de oficialismo en lo nacional.
Gutiérrez insiste en que a nivel local debe existir una ley de austeridad para poder reorientar el gasto público. Por otra parte, no sabemos cómo le vaya a ir con sus declaraciones al obispo, pues, dada su posición de líder religioso, mantiene un diálogo bastante cercano con las autoridades locales, y el que haya admitido que le da miedo salir a la calle en ciertas horas por la inseguridad son palabras que no deben de gustar mucho a los gobiernos locales en turno. Inclusive el propio líder del PRI a nivel local, Kendor Macías, dijo que coincidía con las palabras del obispo. Qué cosas: el PRI, hace apenas unas semanas, presumía los logros del gobierno estatal en salud, educación y seguridad; hoy, que se anuncia el rompimiento de la alianza, comienzan a ver, de manera mágica y como si les hubieran quitado una venda de los ojos, las problemáticas que enfrentamos como entidad.
Respuesta
Para contrarrestar las declaraciones del obispo y de la oposición local, la respuesta por parte de las autoridades fue dejar claro en la asamblea de la Mesa de Seguridad y Justicia que se trabaja de manera conjunta con todos los gobiernos y la sociedad civil para redoblar esfuerzos y fortalecer la seguridad en la entidad, dando a conocer los avances y resultados que hasta el momento el programa “Blindaje Aguascalientes” ha tenido en la prevención y persecución de los delitos de alto impacto.
Un trabajo de esos
Que la política mexicana sea espectáculo no es noticia. Que quienes la representan lo conviertan en espectáculo mientras discuten leyes sí lo es. Ayer, en plena sesión semipresencial de la Comisión de Presupuesto, el diputado Cuauhtémoc Blanco fue captado con cámara y micrófono encendidos desde una cancha, mientras se escuchaban raquetazos de pádel de fondo. El momento quedó registrado en el canal de la Cámara y trasegó en minutos a redes y portadas. En el video se ve cómo Blanco activa su cámara brevemente para pedir que le registraran la asistencia; al momento de cuestionarle sobre su voto, se desconecta sin formular respuesta, lo que provocó reacciones incrédulas y burlas de otros legisladores.
La escena se desarrolló mientras se debatía la opinión sobre la Ley General de Aguas Nacionales, un tema de evidente impacto público. No es menor el símbolo: una comisión que discute recursos y agua pública, y un representante que ocupa, literalmente, su atención en otra cancha. Más allá del chisme viral, hay una pregunta clara para electores y partidos: si la sesión exige la presencia y el voto de diputados ausentes físicamente, ¿qué controles existen para garantizar que esa presencia sea efectiva y responsable? La respuesta no debería confiarse a la buena voluntad ni a la vergüenza pública. Las reacciones en el hemiciclo virtual fueron diversas: hubo ironía y molestia, incluso señalamientos directos sobre la falta de profesionalismo.
En el terreno público, la imagen ya se tradujo en memes y comentarios que, con tono de burla o de indignación, exigen cuentas. Pero el punto no es cuánta risa saque el episodio; es si la ciudadanía está dispuesta a normalizar que el trabajo legislativo sea compatible con jugar un deporte durante una votación.




