El restaurante Apapacho, ubicado en el tradicional Barrio del Encino, presentó su nuevo menú integrado por platillos elaborados por cocineras tradicionales del programa estatal Aguascalientes Sí Sabe, un proyecto dedicado al rescate y promoción de la gastronomía hidrocálida.
El evento contó con la participación del secretario de Economía Social y Turismo Municipal, David Morán Lomelí; el fundador de Apapacho, Luis Gerardo Arandia Uribe; y la chef y coordinadora del programa, Maite Esparza, además de las cocineras Irma Leticia Medina, Noemí Quirós, Liz Macías y Paula Reyes, quienes compartieron con emoción las historias familiares detrás de sus recetas. “Nuestra misión es rescatar, preservar y promover la cocina tradicional hidrocálida, pero no teníamos un espacio permanente para que el público pudiera disfrutar estos platillos. Hoy, Apapacho se convierte en nuestra cocina hospitalaria, donde las cocineras pueden ofrecer directamente el sabor de nuestras raíces”, expresó Maite Esparza, coordinadora del programa Aguascalientes Sí Sabe.
Por su parte, Luis Gerardo Arandia, fundador de Apapacho, destacó que este es el primer restaurante con un menú 100% hidrocálido, consolidado tras año y medio de trabajo. “Queremos que Aguascalientes sea reconocido por su identidad gastronómica. Por años, los visitantes preguntaban dónde probar comida típica y no teníamos un lugar que la representara. Hoy iniciamos una nueva tradición: que Aguascalientes sea la ciudad más apapachable de México a través de su cocina”, afirmó.
Entre los platillos presentados destacan el “plato trianero”, de Irma Leticia Medina, inspirado en una receta de su bisabuela de finales del siglo XIX; el mole verde con verdolagas, de Noemí Quirós, originaria de San José de Gracia; la cabeza de toro en adobo, preparada por Liz Macías, heredera del sazón de su padre ferrocarrilero; y los condoches de maíz y antojitos de campo, elaboradas por Paula Reyes, del colectivo Malacate, integrado por mujeres guardabosques.
Con esta colaboración, Apapacho se consolida como un espacio para degustar los sabores más representativos del estado y reconocer el legado culinario de las mujeres que han mantenido vivas las tradiciones de Aguascalientes.




