¿Cuánto tardaría una persona en bordar los nombres de todas las personas desaparecidas en México en los últimos años? Ni una vida le alcanzaría. Es por eso que Fabiola Rayas Chávez lanzó una convocatoria a nivel nacional para construir una cuidadosa recopilación de nombres de personas desaparecidas, con autorización de sus familias, plasmados en un archivo textil colectivo vivo.
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El proyecto Nombrarles a todxs empezó como una herramienta para sobrellevar los duelos abiertos que Fabiola Rayas llevaba cargando en su lugar de origen, Michoacán, sin saber que se sumarían miles de personas en el camino.
Fabiola lleva más de una década construyendo una narrativa en torno a la violencia a través de su práctica artística. A lo largo de los años, ha pasado desde la pintura, fotografía, instalación y hasta bordado para hablar de un tema que nos mueve a todxs: la desaparición forzada.
A través de talleres, charlas y exposiciones, Fabiola ha logrado reunir alrededor de 500 pendones bordados, dibujados y escritos de los nombres de las más de 140 mil personas desaparecidas en los últimos 3 años. Destaca que ningún nombre ha sido tomado de internet, es la suma de familiares voluntarios que han llegado sin pedir nada a cambio, solo plasmar los nombres de sus seres queridos.
Cuenta que esta pieza artística le ha permitido conocer a más de 70 colectivos del país, sostenerse entre todas, compartir experiencias y sanar a través del bordado y el acompañamiento. Según sus palabras: “Esta pieza se sostiene del amor que les tenemos a nuestros desaparecidxs, a los deseos de que dejen de pasar las graves violencias irreversibles.”
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A partir de la construcción del archivo de memoria, estableció un lazo cercano con las familias buscadoras. Fue así como surgió la colectiva Familiares Caminando por Justicia, en donde también hace labor de activismo.
Desde entonces, se ha dedicado a visibilizar esta problemática, principalmente en Michoacán, generando actividades, reuniones y charlas con las familias, quienes construyen una memoria y denuncia colectiva a partir del bordado.
Este archivo textil ha atravesado escuelas, galerías, espacios públicos y pronto llegará a la Ciudad de México para inaugurar una nueva exposición en LAGUNA, pero para Fabiola, más que una pieza artística, es un ritual de amor y acompañamiento para honrar a lxs que nos han arrebatado y a sus familias que mantienen su imagen viva.
Sobre Nombrarles a todxs, Fabiola añade: “Se está llevando a cabo para que nunca vuelva a pasar y nunca se olviden de lo que pasó. La memoria no vende, no se compra, no se roba, se siembra y se defiende.”
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