En el transcurso de la visita que efectuamos los amigos de Jesús Terán al Panteón de La Salud cada 25 de Abril para platicar con él con motivo de su aniversario luctuoso, surgen espontáneamente comentarios de diferente índole; desde la impresión del primer encuentro con la vida y obra de Terán manifestada por la primera joven que participa en el grupo, la referencia a alguna de sus valiosas aportaciones a la Nación, o las comparaciones de su época con la nuestra.
INVASIONES EXTRANJERAS. Uno de esos temas se refirió a las armas que se han utilizado en las muchas invasiones padecidas desde que, para desgracia de los pueblos originarios, apareció la culta Europa con Cristóbal Colón a la cabeza en 1492, aparentando mansedumbre.
LOS ESPEJITOS. Estos fueron los primeros instrumentos de saqueo utilizados por ellos. Como los nativos no conocían el espejo de vidrio recientemente inventado en Europa, los intrusos se los cambiaban por oro y piedras preciosas. Cuando nuestros antecesores autóctonos se dieron cuenta del ardid, los taimados exploradores se convirtieron en conquistadores y sacaron a relucir la espada y la pólvora.
Pero desde su arribo habían tomado posesión de sus mares, sus llanuras y sus montañas con todo lo que contenían, en nombre de los reyes católicos y poniendo a Dios por testigo. Que la ambiciosa pareja real les hubiese ordenado tal cosa es verosímil, pues además contaban con la bendición del Papa, que era Alejandro VI (el tortuoso libídine español Rodrigo Borgia); lo que no es creíble es que Dios hubiese otorgado su aprobación a tan cínica conducta, pero eso era lo que aseguraban.
EU Y FRANCIA CONTRA MÉXICO. De 1832 a 1853, en cuanto nos independizamos (y dejamos de contar con el respaldo militar del imperio español) Estados Unidos se dedicó a consolidar su territorio imperial arrebatándole a México la mitad del suyo. En 1862 Francia pretende frenar la consolidación imperial de Estados Unidos aprovechando su pugna entre el norte y el sur (Guerra de Secesión 1861-1865) imponiéndole un cerco desde México, para lo cual Napoleón III aprovecha también la oferta de los conservadores mexicanos que le solicitan la designación de un emperador, engañándolo en el sentido de que el pueblo recibiría al invasor con los brazos abiertos, pero terminando como ya sabemos, con la retirada del ejército francés y el fusilamiento de Maximiliano, razón por la cual Estados Unidos celebra con tanto entusiasmo el 5 de Mayo, fecha emblemática de la derrota del poderoso ejército francés a manos de los descamisados zacapoaxtlas bajo el mando de Ignacio Zaragoza en la batalla de Puebla.
NACIONALISMO RECUPERADO. Con el triunfo del Liberalismo comandado por Benito Juárez el pueblo mexicano recobró la confianza, fortaleciendo su sentido de pertenencia a la Nación Mexicana. Y con el triunfo de la Revolución de 1910-1917 se profundizó el nacionalismo, sobre todo al alcanzar su máxima expresión durante el régimen de Lázaro Cárdenas.
SOBERANÍA PRECARIA. Sin embargo, la contrarrevolución hizo su aparición y México cayó, a partir de 1941, en una lucha sorda entre los auténticos revolucionarios y los antiguos conservadores, en la que los segundos se fueron infiltrando en el gobierno, adquiriendo fuerza gracias a la acción de los vende-patrias y al consecuente deterioro burocrático que generalizó la corrupción, clausurando definitivamente el nacionalismo revolucionario en 1982 con el asalto del neoliberalismo que colocó al país a los pies del imperio estadounidense y del imperialismo financiero internacional en decadencia.
LOS PAPELITOS VERDES. Le decíamos a Jesús Terán que desde 1982 nuestra Nación atraviesa por una situación crítica muy parecida a la que él se enfrentó con su eficaz diplomacia, pero mucho más aplastante y asfixiante: la idea perversa por impuesta, de que esos papelitos verdes que se llaman dólares son mágicos porque pueden solucionar cualquier problema y hacer feliz a todo aquel que los posea en abundancia.
La trágica realidad, sin embargo, es la entrega de las riquezas que nos quedan a cambio de esos papelitos, que son tan sólo una expresión diferente de los espejitos de hace cinco siglos.
ESTADOS UNIDOS, EL MAYOR DEUDOR. Les regalamos recursos y trabajo a cambio de dólares cada vez más devaluados, pues el respaldo en oro prometido por Estados Unidos en los acuerdos de Bretton Woods de 1944 fue roto por Nixon en 1971; a partir de entonces se dedicaron a imprimir papelitos verdes sin respaldo, acumulando una deuda externa que es la más gigantesca de la historia: nada menos que 17 billones 906,000 millones de dólares en poder de todos los gobiernos del mundo que, incapaz de pagar, tiene a Estados Unidos al borde del precipicio económico.
(Concluye la semana próxima)
Aguascalientes, México, América Latina
