Que vulgares somos, al dejarnos igual que lo hacen todos… reza la canción de Rubén Fuentes, que interpretada por Eugenia León, bien podría ser la banda sonora de la escena política local desde la madrugada del sábado en que se oficializó la detención de Luis Armando Reynoso Femat; el exgobernador llora, se queja, patalea y trata de distraer la atención vociferando que su detención es una “revancha política”; el procurador Felipe Muñoz Vázquez, el presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Fernando González de Luna, y el gobernador Carlos Lozano de la Torre, cada uno por su lado, insisten en que no hay revanchismo sino simple y llana aplicación de la justicia; los amigos de la prensa corren de Antonio Martín del Campo a Paulo Martínez, de Jorge Varona Rodríguez a Guadalupe Ortega Valdivia, para ver si se puede obtener una declaración que valga la pena, algo que modifique el hecho de que el exgobernador panista está en el Cereso y ya se cuenta con una ficha signalética del panista.
Que vulgares somos, al decir, que a ninguno nos importa… También siguieron el guión los diputados panistas, que en su conferencia, en voz de Leonardo Montañez, prefirieron aventarle la bolita llamada Luis Armando Reynoso a los ocupados legisladores federales, no sin antes deslindarse absolutamente de la molesta presencia del exgobernador. Dijeron los blanquiazules que hay que reformar el Código Nacional de Procedimientos Penales para que los delitos de peculado y ejercicio indebido de la función pública sean catalogados como graves. Ajá, ya tuvieron su oportunidad los Congresos locales y se les olvida que el Congreso de la Unión está saturado con legislaciones secundarias, y que el procesado podría salir bajo fianza la semana entrante, con lo cual el dolido ciudadano seguirá pensando que el delito de cuello blanco en México siempre queda impune.
Cruz, cruz, que se vaya Luis Armando y venga… Al grupo parlamentario blanquiazul, como a todos, le urgía desprenderse de la sombra del exgobernador como panista, con tanta urgencia que Leonardo Montañez se pasó por el arco del triunfo que el Tribunal Electoral le restituyó a Reynoso Femat sus derechos como militante, por supuesto, el diputado lo sabe, pero le vale, que porque esa no es la “voluntad” de los de Acción Nacional; para que el disco siguiera rayado, Mario Álvarez Michaus aportó el nada nuevo argumento de que el exmandatario “ayudó a ganar a Lozano”, cuando les pidieron pruebas, se alinearon a es que nos dijeron que dicen que alguien dijo que escuchó… aburrido, pero sobre todo vergonzoso pues sólo aportaron ruido a un proceso legal que para convertirse en un acto de justicia requiere que cada institución haga su tarea; a Reynoso Femat no lo agarraron por tonto sino por confiado, por eso cuando chilla desde la rejilla de prácticas “algunos de ellos son mis amigos” (con referencia a los medios de comunicación), sabe que lo más conveniente para su causa es generar el ruido, la confusión suficiente, como para poder salir libre y que la prensa recogerá las declaraciones de quienes hoy se lo quieren sacudir a toda costa, promoviendo la percepción de que es una víctima; un mártir, que como bien apunta nuestro reportero, al igual que Elba Esther Gordillo, no ha pisado una celda, pues se le ha otorgado trato de huésped distinguido y se encuentra recluido en el área de clínica del Centro de Reeducación Social de Aguascalientes, no vaya a ser que le dé el tramafat o se le suba la bilirrubina.
Si ayer fue el día para que los panistas se santiguaran, hoy toca a los priistas, pues seguro gracias a la sagacidad de los amigos de la prensa, la conferencia del senador Miguel Romo Medina será empleada para azuzar las inútiles comparaciones entre las administraciones de un partido y otro, sin sentido pues ningún beneficio tangible se obtiene de aventarse piedritas y señalar las pajas en el ojo ajeno; sobre todo cuando hay muchos otros temas que podrían abordarse, en especial los relacionados con las leyes secundarias de la Reforma en Telecomunicaciones; pero en fin… sigamos cayendo en el juego.
En otra fiesta… el Partido de la Revolución Democrática cumplió 25 años de vida y, mientras en Aguascalientes Jesús Ortega Martínez seguía bajo veneración, el fundador Cuauhtémoc Cárdenas convocaba a terminar con una crisis de credibilidad ganada totalmente a pulso. Desde el Teatro de la Ciudad de México envió un mensaje que debe calar, sobre todo, en estados como este, donde la izquierda nomás no pinta, entre otras cosas, porque resulta más rentable venderse a la reinante derecha: “El ciudadano común nos ve hoy, lo mismo que gran parte de nosotros mismos, igual que los demás partidos políticos… Sea esto cierto o trátese de una visión errónea, los partidos, los representantes populares, los funcionarios públicos, lo que la gente llama clase política, está inmersa en una crisis de credibilidad y enfrenta un enorme desprestigio”. Auch.
Mira mamá, con manta. Aunque evitó movilizaciones a la hora buena, es decir, cuando el Congreso de la Unión iba a aprobar la Reforma Energética, Cárdenas Solorzano también dijo ayer que los programas de partido no eran una moda, y que en el PRD nadie podía darse el lujo de coquetear con los “vendepatrias”; tanto Cuauhtémoc Escobedo como Marco Arturo Delgado respiraron tranquilos, pues en su momento se entregaron a la combativa, laboriosa pero sobre todo heroica tarea de colgar una manta condenatoria el día en que la LXII Legislatura de Aguascalientes avaló el dictamen federal. Uy.
Shu shu chucho shu. Carlos Navarrete, la carta fuerte de los chuchos, parece ser el único opositor de un Cuauhtémoc Cárdenas que todavía navega de tapado rumbo a la elección interna, sobre todo para no adelantar los previsibles divisionismos, que Cárdenas apuntó así: “en este ambiente preelectoral, por lo que he podido conocer de diversos compañeros de diversas partes de la República, soplan vientos de fractura, considero que es responsabilidad de todos nosotros, todos los militantes del PRD, evitar que eso vaya a suceder”. En lo local, Óscar Estrada podrá estar tranquilo, pues tal escenario no va a estallar durante su gestión, todos los del sol azteca están contentitos con las migajas que les tocó como pago de su alianza con el panismo.
Sin mancha. Ha sido tal la medrosa actitud de quienes integran eso que llamamos izquierda en Aguascalientes que nadie ha exigido a los perredistas en el Congresito que reivindiquen las banderas usuales, que al menos por una ocasión la bancada de dos se acuerde en qué partido militan y para muestra bastan las ocasiones en que con disimulo se han plegado a las instrucciones del líder de la bancada mixta, tanto Cuauhtémoc Escobedo como Marco Arturo Delgado han bailado al son que les toca Jorge Varona Rodríguez, incluso han salido a defender los argumentos en que el priista sustenta el derecho a llevar las riendas del Congreso; por no hablar de su desempeño, gris, en las comisiones en las que participan, va el botón: la compra de los 30 automóviles fue aprobada en la Comisión de Gobierno, de la que es vocal Escobedo Tejada, aún así, se pudo hacer el sorprendido y echarle la bolita a Norma Guel Saldivar…
La del estribo. Más temprano que tarde el PAN le comenzará a cobrar al PRD su falta de solidaridad, ya lo hizo en la repartición de carteras. Se lo volverán a hacer, por lo pronto, en el municipio capital, donde Antonio Martín del Campo tiene pendiente definir quién ocupará la Secretaría de Finanzas; si bien el alcalde ya mencionó que algunos de los candidatos en los que ha pensado no se han desempeñado en función pública, puede apostar a que ninguno de ellos es perredista.
@PurisimaGrilla
