- La Seguoty el Colegio de Urbanistas aprobaron los estudios de impacto urbano y visual. El proyecto se aprobó en 2013 y comenzó a construirse en febrero del presente
- Habitantes del fraccionamiento Rancho San Miguel critican los efectos que pudiera traer consigo la instalación del Hospital
No bastó con que la Secretaría de Gestión Urbanística y Ordenamiento Territorial (Seguot), a través de su titular, Juan Carlos Rodríguez García, diera a conocer que la construcción del Hospital de Zona No. 3 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cumple con los requisitos básicos de impacto urbano e impacto visual, luego de que el Colegio de Urbanistas del Estado de Aguascalientes realizara dichos estudios y diera a conocer los resultados, para que los condóminos del fraccionamiento Rancho San Miguel se manifestaran en contra de la construcción de dicho recinto.
Apenas a inicios de 2013 se presentaba el proyecto en el que se decía, sería destinada una inversión de 450 millones de pesos, que beneficiarían a 200 mil derechohabientes, principalmente de municipios como Jesús María y San Francisco de los Romo, con la generación de más de dos mil empleos directos en su construcción, ubicada en prolongación Zaragoza a un costado del citado coto.
Ante dicha situación nos dimos a la tarea de conocer la perspectiva de los pobladores del fraccionamiento, percatándonos de que para un considerable número de los mismos, la construcción de dicho hospital representa algo contrario a lo que buscaron en el momento que decidieron residir en Rancho San Miguel.
Los habitantes del condominio residencial que manifestaron estar en contra de la construcción en la zona, argumentaron que desde su proceso de construcción, así como lo que representará la existencia de un hospital de dicha magnitud da cuenta de un importante movimiento que ha producido un importante molestia del resto de los condóminos, quienes supuestamente habían elegido dicho residencial por estar ubicado en una zona tranquila, sin mucho movimiento, desconociendo los estudios presentados por Seguot, al cuestionar si el uso de suelo de la zona es apto para la construcción de un hospital, mientras que al cuestionarlos acerca de si eran beneficiarios del IMSS, los entrevistados lo negaron, por contar con recursos para adquirir servicios médicos privados.
Finalmente dijeron estar “ya casi resignados” de que las autoridades no escuchen sus reclamos, debido a que la obra ya lleva un avance considerable, y advirtieron estar preocupados por la tranquilidad de la que gozaban sus familias anteriormente al inicio de la construcción del proyecto.
Algunos otros -los menos-, al ser cuestionados sobre si aprobaban la construcción del hospital en un predio aledaño a su fraccionamiento, dijeron no estar muy contentos sobre ello, pero añadieron que consideran que es cuestión de enfoques personales, ya que piensan, es algo que no afecta el desarrollo de sus actividades, aunque consideran que el flujo vehicular, el ruido de las ambulancias, entre otros elementos, será algo inevitable.
