- Por mayoría, la cámara de Senadores y Diputados aprobaron la reforma con multas de hasta 50 mil salarios
- Seguirán animalistas luchando por la prohibición de corridas de toros y peleas de gallos
El pasado 9 de diciembre el Senado de la República aprobó por mayoría (91 votos a favor, dos en contra y una abstención) algunas reformas a la Ley General del Equilibrio Ecológico, Ley General de Protección al Ambiente y Ley General de Vida Silvestre, con la finalidad de prohibir el uso de animales de vida silvestre en circos y espectáculos marítimos; el dictamen establece multas económicas de hasta 50 mil salarios.
Para el 11 de diciembre, la Cámara de Diputados también aprobó el dictamen con 267 votos a favor, 76 en contra y 40 abstenciones, turnándolo al Ejecutivo para su publicación, indicando que quien viole la normatividad será acreedor a multas de más de tres millones de pesos.
Por parte del representante del Partido Verde Ecologista de México en el Senado, Jorge Emilio González Martínez, se detalló en el Pleno que los animales silvestres que se encuentran en los circos, no se les garantiza el espacio ni alimentación para su pleno desarrollo, además de provocarles estrés por el espacio tan angosto y el aburrimiento de la repetición de acrobacias y rutinas, razón por la cual, esta aprobación impedirá el maltrato a los animales silvestres como el famoso caso del oso negro Invictus, el cual fue mutilado de la mandíbula y mantenido en una situación deplorable por el personal del circo en el que se encontraba.
En Aguascalientes la noticia llegó hasta el día de ayer cuando asociaciones protectoras de animales, como Amigos Pro Animal, comenzaron a dar difusión al tema, el vocero de la organización, Felipe Márquez, indicó que ahora sea o no de agrado de los legisladores locales, se tendrá que reformar el marco legal para prohibir la colocación de circos con animales silvestres, “ya no es de contentillo ni de si quiero o no, están obligados por la federación a legislar en la materia”.
A partir de que sea publicada oficialmente la reforma por el Ejecutivo, cada uno de los estados tendrá un plazo máximo de 180 días (seis meses) para elaborar las reformas a sus legislaciones correspondientes, tiempo suficiente para hacer las adecuaciones pertinentes a consciencia y estudio.
Aunque esta modificación no habla de toros ni gallos, para los animalistas es un gran avance en cuanto a la lucha por la protección animal, “esto nos da ánimos para seguir en la lucha de erradicar todo espectáculo con animales no humanos, seguiremos por los toros y los gallos”; esto significa que los circos pueden aún utilizar perros, gatos e incluso caballos para sus espectáculos.
En el caso de los equinos, Felipe Márquez recordó que se trata de animales ya domesticados, que se cree no tienen problema por participar en este tipo de espectáculos, sin embargo, el maltrato no sólo se da por el espacio, sino por las condiciones ínfimas en las que mantienen los circos a sus animales. “Los caballos son un poco más domesticados y que ya están acostumbrados al humano, pero los otros, los silvestres como leones, tigres, elefantes y primates, son especies que por más que intentemos domesticar, no dejan de ser silvestres y dentro de su naturaleza está la necesidad de la cacería y la libertad”.
Los cirqueros comentaban mucho sobre el destino de sus animales, pues sin espectáculo no habría recursos económicos para mantenerlos, dentro de la reforma se indica justamente que cada circo deberá entregar a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), una lista de los animales con que cuentan para que sea revisada por cada uno de los zoológicos autorizados, y que se analicen cuáles pueden ingresar a sus instalaciones; aquellos que se encuentren en malas condiciones se irán a la Reserva de la Biósfera en Metztitlán (Hidalgo) para su rehabilitación.
También se tiene contemplado para el próximo año concretar convenios con santuarios y reservas ecológicas de Estados Unidos para la colocación de estos animales, que a pesar de que muchos nacieron en cautiverio, no dejan de ser animales silvestres y requieren de un modo de vida más apegado a su naturaleza.
El que se haya reformado en esta materia significa que las autoridades están volteando a ver la exigencia de la población, lo que ayuda a seguir con la presión social para lograr la prohibición de las corridas de toros y peleas de gallos, “esto siempre se ha luchado pero ahora por fin las voces están siendo escuchadas y tomando en cuenta como tema prioritario”.
A pesar de las voces en contra, el activista destaca la importancia que está teniendo las redes sociales, las empresas y medios de comunicación sensibles al tema, “la gente irá comprendiendo la crueldad que se vive en ellos y dejar de asistir, al no tener público ya no les será redituable”, se prevé que en un plazo ya no extenso de tiempo, terminarán por extinguirse estos espectáculos.
