Rezo para que podamos encontrar y construir el gobierno que nos merecemos en México Alejandro González Iñárritu
Lamentablemente no todo lo que ocurre en México son los destacados premios que da el cine estadunidense a los productores mexicanos. Las palabras del cineasta no ofendieron a nadie, al contrario varias personas aplaudimos que haya hecho mención de lo que pasa en México, que alguien salga en el plano internacional y que diga la porquería de gobierno que sigue destruyendo este país, porque parece que no es suficiente la demanda colectiva, vivos los queremos, las voces indignadas que se han levantado por los 43 desaparecidos normalistas de la escuela rural de Ayotzinapa.
Será que hay tanta hipocresía o diplomacia, según se lea, que ni la ONU en sus reuniones a querido poner el dedo en la llaga y decir el desastre que hay en gran parte del territorio nacional. El horror en que vive la gente que habita, por ejemplo el Estado de México, en Tultitlán, las historias que soportan las madres al enterarse que los grupos criminales entran a las escuelas y se llevan a niñas y niños frente al grupo, el ausentismo escolar tiene como raíz el miedo que están viviendo en aquella entidad, aunque Eruviel Ávila, el gobernador mexiquense, asegure que no es cierto, que su gobierno ha logrado controlar y combatir a los grupos criminales, aunque hasta ahora nadie se explica las 400 desapariciones forzadas de mujeres adolescentes reconocidas por la PGJEM, o los 1225 secuestros cometidos en Ecatepec y Netzahualcóyotl, sólo en lo que va de este 2015.
Parece que ya olvidamos aquellas tomas televisadas hace algunos meses donde la Procuraduría General de la República presentaba ceniza de huesos, de cabellos y ropas quemadas, las más de 65 fosas encontradas con restos humanos sólo en el estado de Guerrero, es decir, hemos olvidado el horror y las consecuencias de los narcogobiernos.
Cuando Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, dice que ojalá los alamedenses, en Argentina, estén a tiempo de “evitar la mexicanización”, por doloroso que sea tiene razón, esta realidad no es deseable para ningún país, demasiada gente ha sido asesinada, demasiadas familias destruidas, la corrupción e impunidad están desbordadas en nuestro país. Es cierto, no toda la gente que habita México pertenece a los grupos criminales, de hecho la enorme mayoría no formamos parte del sistema de estado desfondado, pero quienes sí lo forman, quienes toman decisiones, quienes están sentados en el poder económico y político son quienes han alimentado la violencia brutal llamada hoy mexicanización, así como en los 80 se hablaba de la colombianización cuando un estado estaba en riesgo de entrar a un periodo de descomposición y de ruptura del tejido social, hoy la mexicanización busca encender una alarma que evite vivir el horror que se vive en México. Y el término hace referencia a dos aspectos básicos, el narcoestado y la violencia. Sólo que estas palabras no fueron dichas por un mexicano y quizá eso es lo que más ha dolido y ofendido a algunas personas.
El sol no se puede tapar con un dedo, el gobierno mexicano no puede manipular todas las expresiones y opiniones, y pretender que el mundo entero se trague la mentira que ha propagado al interior del país. Da risa cuando desde la Secretaría de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong declara que estamos viviendo el tiempo más seguro de la última década, ¿en serio, alguien le creyó? El pacto de silencio acordado entre el gobierno y los medios más importantes de comunicación sirvió por algunos meses, pero la violencia desatada pronto lo rompió porque no hay forma de ocultar lo que pasa en México. Sólo la ineficiencia y la corrupción puede explicar que aún continúe en su cargo el procurador Jesús Murillo Karam, después del cochinero de los fusilamientos en Tlatlaya, Estado de México, las desapariciones en Ayotzinapa, Guerrero y el fracaso en Michoacán.
Así que las palabras vertidas por Jorge Mario Bergoglio no son otra cosa más que la forma en que se mira a México en el resto del mundo por más que al interior el gobierno peñista insista en que las reformas estructurales, el índice de crecimiento y la seguridad están logrando un cambio en México, sabemos que su gobierno pende de un hilo muy fino.
Por más que se celebre el Día de la Bandera, que se incentive el nacionalismo, que se envíen notas diplomáticas al Vaticano, hay algo que no termina de acomodarse en la versión de país que el gobierno de Enrique Peña Nieto promueve, hay una ruptura entre la realidad y el discurso oficial, la mexicanización es un conjunto de palabras sentidas que dentro y fuera del país la gente mira. El horror, la pobreza, la violencia, la impunidad no se tapan con un dedo, qué bueno que no se guarde silencio ante la torpeza de quien nos gobierna y valdría la pena comenzar a reconocer ¿cuándo comenzó esta mexicanización? Porque hay alguien que también es responsable, ojalá tampoco olvidemos a Felipe Calderón Hinojosa, el ex presidente panista inútil que desató una guerra hace 8 años.
Voz a la ciudadanía: ¿Cuánto dinero está gastando el gobierno municipal del PAN con tanto comercial en la radio para decir dónde están los hoyos que han abierto? ¿Por qué mejor no se gasta ese dinero en terminar de reparar todas las vialidades que han afectado, todo el concreto roto que recién habían puesto? Con puros comerciales no arregla nada.
@Chuytinoco
