El juguete es un instrumento de aprendizaje y diversión que satisface la necesidad de socialización y de ocio en cada una de las personas durante la niñez, forman parte esencial para el aprendizaje de los seres humanos, ya que jugando se va formando muchas de las características que los distinguen como adultos y ayudan a relacionarse con la sociedad.
Existen distintos tipos de juguetes, los hay de diferentes materiales, colores, características y marcas, pero algo que distingue a los mexicanos son los juguetes tradicionales en su mayoría realizados de madera, bordado y plástico, acompañados de un poco de metal; éstos forman parte de un proceso artesanal que en muchos de los mercados tiene un gran impacto para los turistas, y esto ayuda a que se mantenga a flote. En algunos casos se ha dicho que el juguete mexicano está a punto de desaparecer ya que la tecnología y los nuevos materiales, así como las industrias japonesas, permiten la fabricación de juguetes muy baratos pero de baja calidad.
Fotos: Roberto Guerra
Aunque han estado en peligro de desaparecer, existen vendedores y fabricantes alrededor de la República Mexicana que se encargan de continuar esta tradición y así darles vida para que no se extingan, a la par el trabajo del artesano sigue vigente manteniéndose gracias a esa fuente de trabajo, “no perdemos una importante rama de nuestra cultura”, menciona el comerciante Jesús Zabala, frente a su puesto en el que comercializa este tipo de juguetes.
El desplazamiento de los juguetes como el trompo, el yoyo, la matatena, las muñecas, los luchadores, el balero, los camiones, camas, sillas, comedores, cocinas de madera, han bajado las ventas ya que ahora es más fácil que un pequeño tenga una televisión y un videojuego o un celular en el cual pueda satisfacer esa necesidad de divertirse.
Ahora, gracias a los juegos electrónicos, así como la nueva era de los juguetes, los niños aprenden a pelear, ven en las muñecas proporciones increíbles en sus cuerpos, además de terminar con la comunicación que antes existía en familia; en contraparte, con los juguetes tradicionales la convivencia y el juego de parejas se vuelve un agasajo, el sentir las texturas, poder compartir con sus amigos una tarde o esperar que los padres convivan con sus hijos.
En el Mercado Terán, existe una familia que se dedica a la venta de juguetes artesanales desde hace más de 20 años. Don Jesús Zabala comentó que los juguetes los traen de distintas partes de la República como la Isla Santa María Rayón en el Estado de México, del estado de Michoacán, de Teocaltiche en Jalisco, de Guanajuato, entre otros lugares.
“Cada juguete tiene su temporada, el ropero, la cama, las sillas, el comedor y cocinas de madera se vende más en temporada decembrina. En época vacacional, como ahorita, lo que más se vende son el trompo, el balero, el yoyo. Cuando son salidas de las escuelas, festivales, bailables y eventos de ese tipo se vende en su mayorías la maraca”, dijo el comerciante.
De los juguetes más viejos que se venden existe una muñeca de cartón que, por su antigüedad, tiene una gran aceptación por parte de las personas de la tercera edad, la cual les trae recuerdos de su infancia debido a que esta muñeca era un regalo de navidad muy común.
En Aguascalientes existe el Museo del Juguete Tradicional Mexicano, ubicado en J. Correa casi esquina con Emiliano Zapata, ahí se encuentran más de mil piezas en muy buen estado de los diferentes juguetes, encontrándose unos cuantos de cada estado de la República.
María Guadalupe Rodríguez Herrera, directora del Museo del Juguete, mencionó que aparte de esta colección cuenta con otras mil piezas, con las cuales piensan abrir otra sala para mostrarlas. Gracias a los viajes que ha realizado, y con el paso del tiempo, ha logrado juntar los objetos para el museo, contando con muchas de ellas desde su infancia.
Aunque comprar juguetes artesanales es una tradición que se está perdiendo, se mantiene vigente el deseo de adquirir uno por la belleza de su estructura y/o el trabajo con que se realiza, siendo su elaboración un oficio muy cercano a un arte.
