Tal vez sea de los peores fines de semana del año en cuanto a estrenos en las fragmentadas salas de cine mexicanas. De hecho no, y ese es un prejuicio estúpido. 1. Pitch Perfect 2 es una comedia perfecta para los que teníamos hambre de un guión random y no tan grandes actuaciones. Si bien el gag para la audiencia generalista es que Rebel Wilson “se robó la película, goey”, más bien es el efecto minions. Saldrá contento de la función a quién le da risa una mujer de fisonomía peculiar, otros más reirán por los chistes recurrentes, referencias a cultura basura y el aire de sketch en vivo que tiene toda la película. En serio, hay que ver los ojos de Anna Kendrick y Wilson cada que dicen algo estúpido.
Por otro lado, está el estreno nacional de la mentada película de bajo presupuesto grabada enteramente por Skype. 2. Unfriended se llama y mejor me ahorro el horrendo título en español. Efectivamente, es la misma escuela de Paranormal Activity y de hecho el hombre que la está financiando es el mismo; Jason Blum, quien también ha pagado dos mini joyas en sus respectivos géneros, Dark Skies y Whiplash. Total que a esta película sobre el bullying y las webcams le ha ido rebien en la taquilla gringa y en crítica.
En Aguascalientes todavía no llega, pero ya ha de andar por internet o en salas de estados cercanos (para los que nos leen fuera) 3. Eden de Mia Hansen-Løve. Tontamente, podemos pensar que es “la película de Daft Punk, goey” y salir decepcionados por las falsas promesas. Más bien es una fotografía de la escena electrónica francesa ya que todos los caminos llevan a Daft Punk. En lo personal me late muchísimo el tema de que de un conjunto de gente, hay dos que destacaron a nivel leyenda mientras que el protagonista batalla en su trabajo de vida diaria mientras que no deja por completo sus sueños de grandeza. 4. Por último, Manolo Caro dirige Elvira, protagonizada por Cecilia Suárez y Luis Gerardo Méndez. ¿Por qué no estamos más emocionados por Elvira? ¿Somos unos engreídos snobs? El director y su elenco regular ya ha demostrado con No sé si cortarme las venas y Amor de mis amores.
Bocadillo: Como adelanté la semana pasada, Club de Cuervos (nueva serie, disponible en Netflix) está buenísima. Un amigo no gustó del primer capítulo, mientras que yo insisto que hace meses que no reía tanto en mi vida. Más que los gags sobre la vida de mirrey, hay una trama rica que no es acerca de fútbol sino de relaciones familiares. ¿Se dan cuenta? Definitivamente es material para binge watching y no un programa estúpido de “problema de la semana”, cosa que es bastante arriesgada para una población que su idea de series son los casos por episodio de House y La Ley y el Orden. Bien ahí.
Si el primer episodio te pareció algo telenovelesco o actuado de manera exagerada, te ruego paciencia, ya que hay cambios tonales conforme avanza la serie y en sí, la batalla por la presidencia del Club de Futbol Cuervos no es tanto la historia, sino ver que tanto la puede cagar el personaje de Luis Gerardo Méndez con sus decisiones como capitán de un barco que tiene todo para hundirse.
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