- Reclama diputado del PT que las autoridades municipales sólo hacen declaraciones mediáticas pero nada concretan
- Urgen medidas con sanciones para presionar a Caasa a ofrecer un mejor servicio
“Es urgente que el municipio tome medidas, que presione a la concesionaria pero con ellos no sólo con temas declarativos”, reiteró Jesús Rangel de Lira, presidente de la Comisión de Recursos Hidráulicos, ante la falta de voluntad política y responsabilidad de las autoridades del Municipio de Aguascalientes, tras recibir un incremento de quejas ciudadanas sobre el mal servicio de la concesionaria de agua Proactiva Medio Ambiente Caasa.
Durante las últimas dos semanas, el Congreso ha recibido una serie de quejas por los tandeos en diferentes colonias de la capital, como en la Gremial, Cumbres, Pozo Bravo, Loma Bonita, Solidaridad II, entre otras más, “es muy intermitente porque los horarios de suministro van de tres a seis horas”; el abuso de la concesionaria aumenta mientras los resultados y soluciones del Ayuntamiento cada vez más se percatan lejos de presentarse.
Desde la perspectiva del diputado, este incremento de los tandeos es para resarcir de lo que dejan de recibir por los cortes de agua que no pueden ya hacer por ley, “el municipio se hace de oídos sordos a todas las quejas ciudadanas”.
Se le recordó al alcalde Antonio Martín del Campo que no sólo se modificó el artículo 104 y 96 de la Ley de Aguas para el estado de Aguascalientes, sino también el 56 fracción décima párrafo dos, que especifica que a partir de la presentación reiterada de incumplimientos de la concesionaria, puede ser motivo para que el municipio inicie un proceso de rescisión del convenio, con la especificación de que “reiterado” corresponde a más de dos.
Como no es atribución del Congreso el establecer la sanción se le dio todas las facultades al municipio para que lo haga, las herramientas ya las tiene, sólo falta que la autoridad pase de la declaración a la ejecución.
Se hizo un reclamo ante la tardanza del Ayuntamiento para la presentación de una serie de medidas para el mejoramiento del servicio del agua, mismas que se aseguró desde el año anterior, que entregarían una vez que se concluyera el proceso electoral, pero a la fecha esas medidas no se han visto ni aplicado.
Hizo un llamado a que dichas medidas sean para presionar a la concesionaria para que otorgue un mejor servicio, mismas que tendrán que contemplar sanciones rígidas, ya que a la fecha no existe ninguna registrada a pesar de la multitud de quejas y denuncias que tiene Caasa; “si sólo son llamados a misa, la concesionaria seguirá haciendo lo que se le da la gana con el servicio”, que aunque han respetado el tema de los cortes, los tandeos son demasiado amplios.
Los abusos siguen presentándose para proporcionar el agua desde hace 22 años. El argumento desde un inicio fue que si se concesionaba el servicio a un particular iba a ser una mejor prestación del servicio, sin embargo, Rangel de Lira enfatizó en que en las más de dos décadas que tiene Caasa en la entidad no ha presentado ninguna mejora, “es ilógico que en 22 años no pueda corregir las deficiencias y errores de su operatividad”, pues por contrato deberían de contar con una esquema de planeación integral de mejora permanente.
Para el representante del Partido del Trabajo en la actual legislatura, si se continúa con ese ritmo de quejas y deficiente servicio, se acabarán los años de la concesión y la capital nunca tendrá el servicio de agua eficiente.
“A Caasa no le interesa la prestación del servicio, sólo el dinero”, por ser un tema tan importante para una sociedad como lo es el agua se considera que no debería de estar concesionada a un tercero, pues las decisiones no son soberanas ni equitativas. Al título de concesión le restan ocho años, tiempo suficiente para que el Ayuntamiento analice y diseñe un plan de ordenamiento para quitarle el control del agua a una empresa.
En promedio al ciudadano aguascalentense le cuesta 21 pesos el metro cúbico de agua, mientras que el costo de extracción no sube a más de tres pesos; esto según Rangel de Lira, refleja ser un servicio costoso, sin calidad y sin razón para que la capital continúe con una concesionaria tan irresponsable como lo es Caasa.
