Después de The Force Awakens ¿qué sigue? Al parecer en el grueso de las carteleras mexicanas, segmentadas de una manera geográfica y clasista, nada. Pero todavía hay una luz: es temporada de screeners. Para los no iniciados, un screener consiste en un archivo de vídeo que proporcionan a los críticos de las diversas asociaciones encargadas de premiar lo mejor del año en cine, los estudios cinematográficos los distribuyen para que [en especial] aquellos miembros veteranos no tengan pretexto para no haber visto cierta película. Usualmente, son de producciones que están en cartelera o son de la temporada de premios. Entonces, si bien es agradable ver Star Wars otra vez, en este tiempo tan pelón dentro de las salas cinematográficas de México, hay mucho cine pendiente.
Steve Jobs, de Danny Boyle, todavía no ha salido de plazas grandes como el DF (y en salas selectas, para acabarla de fregar) y seguramente visitará el resto del país hasta febrero, en horarios y complejos incómodos. Si bien Tarantino es sinónimo de navidad, The Hateful Eight, que ha recibido críticas mixtas, también lo podemos encontrar vía torrent. Joy, de David O. Russell y su musa Jennifer Lawrence, también con críticas mixtas, ya está en la red. Mismo caso de The Revenant, aunque la prensa americana afirma que ahora sí es merecedor del Premio de la Academia (u Oscar, pues) el gran Leonardo DiCaprio.
Dos apuntes. El primero es acerca de la procedencia de dichas “filtraciones”. Algún crítico o alguien de su staff traslada el DVD a un archivo de audio y posteriormente alguien lo cuelga a algún agregador de descargas vía torrent. Este año es más complicado para el usuario común acceder a dichas películas ya que Popcorn Time, un programa de escritorio que era una especie de Netflix pirata, ha sido desaparecido por los estudios de cine y distribuidoras. ¡Ellos ganaron! Solamente quedan opciones como seriespepito (en serio) o páginas llenas de anuncios de pornografía y fraudes, con pésima calidad de audio y vídeo. Digo que ellos ganaron porque lo más sencillo hoy en día es adquirir las películas por una transacción de 30, 50 o 100 pesos vía Cinépolis Klic o iTunes. Aunque en lo personal prefiero los BluRay que el rentar un archivo digital. Pero el problema vuelve ya que los estrenos traen una cola muy larga y sólo queda la vía ilegal.
Esto nos lleva al otro apunte, dónde es insultante que en Aguascalientes (de dónde surge esta columna) los estrenos se segmenten por colonia (en una ciudad que puedes recorrer completa en media hora) y cada año sean más escasas las salas con funciones subtituladas, para los que disfrutan el audio original. En serio, pasa y una semana y las funciones 2D en inglés solamente pueden encontrarse en un centro comercial incómodo para los que no cuentan con auto, después de las 9 de la noche. Lo que no es culpa de los cines, no del todo, ya que las audiencias prefieren verlas dobladas. Lo malo es cómo se están dividiendo. O que Diana (no es que uno la quiera ver) o Gueros lleven años anunciándose en el espectacular del cine por el sur de la ciudad.
Bocadillo: Para ver en Netflix estos días de sequía en series está Master of None que pocos han pelado. Es una serie hermosa, y como pocas, sentí feo de que no hubiera más capítulos hasta la siguiente temporada. Es de esas que extrañas.
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