- Se han recibido 383 aves, de las cuales 134 han sido liberadas
- Las aves que llegan al CRAR son por donación, rescate, decomiso y resguardo
El Secretario de Medio Ambiente del Estado, Jorge Durán Romo, refirió que el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces, el más grande de su tipo en América Latina, tiene como objetivo principal recibir ejemplares silvestres de aves rapaces e integrarlos en un programa de rehabilitación para que vuelvan a la vida silvestre tan rápido como sea posible.
Explicó que debido a causas como el daño severo en algunas de sus partes, la impronta o cualquier otro motivo que les impida valerse por sí mismos, no todas las aves rapaces que ingresan al programa logran regresar a la vida silvestre.
Durán Romo informó que el CRAR ha recibido a 383 aves, de las cuales 134 se rehabilitaron y liberaron en las Áreas Naturales Protegidas; de entre estas aves se incluyen especies como: el halcón peregrino, aguililla negra, búho enano, tecolote, aguililla rastrera, lechuza de campanario, búho cornudo, halcón cernícalo y 49 ejemplares más de aves de diversas especies, como cormoranes, colibríes, gansos, patos, tapacaminos.
Mencionó que la labor que se realiza en el Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces ha sido reconocida en otros países gracias a la difusión que se ha realizado de los mismos y han sido utilizados en naciones como Brasil como una forma de adiestramiento y capacitación a los propios centros de rehabilitación.
El funcionario señaló que de manera general, todos los ejemplares silvestres que ingresan al Centro de Educación Ambiental y Recreativo Rodolfo Landeros Gallegos llegan por medio de donación, rescate, decomiso y resguardo, con la finalidad de ser rehabilitados y, de acuerdo a su recuperación, incorporarlos a la vida silvestre en alguna de las Áreas Naturales Protegidas del Estado con fines de conservación de la biodiversidad.
Comentó que para ingresar un ejemplar al CEAR, la persona debe presentar identificación que acredite su identidad, personal del Departamento de Zoología levanta una Acta de Entrega voluntaria o Donación del ejemplar, y se le entrega a la persona una copia del ingreso.
Dijo que en el lugar no se reciben ejemplares que se encuentren en alguna de las categorías de extinción de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana de la NOM-059-SEMARNAT-2010, o cuando no se cuente con el espacio adecuado ni las condiciones necesarias de acuerdo al estado físico del ejemplar.
El titular de la SMAE indicó que una vez que los ejemplares son evaluados y se determina que estos pueden regresar al medio natural, son ingresados al programa de rehabilitación, en este programa se utilizan técnicas de cetrería, que les permite a los ejemplares desarrollar habilidades e instintos para valerse por sí mismos y con ello devolverles su libertad.
Finalmente expuso que en caso de que el ave que no puedan regresar a su hábitat, se aplican otras técnicas que permiten mejorar su carácter, de tal modo que se tiene la oportunidad de estudiar su comportamiento y la biología de la especie. La rehabilitación que se realiza en dicho programa tiene una duración aproximada de entre uno y seis meses, consta de cuatro etapas:
- Valoración física y sicológica para conocer la problemática particular del ejemplar.
- Proceso de amansamiento para que el ave tolere el acercamiento humano, evitando el estrés (pueden comer en el guante de manejo y dar pequeños saltos al guante por comida).
- Valoración de vuelo para determinar si el ejemplar sabe o no volar, sabe o tiene experiencia para tomar las corrientes del viento y si es capaz de volar largas distancias.
- Debido a que la mayoría de los ejemplares que ingresan son extraídos del nido o proceden del comercio o posesión ilegal, es necesario enseñarles a cazar presas vivas para que desarrollen su instinto de supervivencia.
De esta manera, la Secretaría de Medio Ambiente a través del Centro de Rehabilitación de Aves Rapaces, contribuye en la protección, cuidado y preservación de las especies de fauna silvestres en la entidad.
