El título lo pueden ubicar como el tagline de Mr. Robot, un show del que hablamos hace unos meses en Bocadillo. Básicamente la premisa es que un grupo de anarquistas que resultan ser hackers ponen al mundo de cabeza, en medio de subtramas sobre el concepto de control y la vida de alguien con ansiedad y bipolaridad. Es un pastiche de bastantes cosas, desde Fight Club hasta Office Space, pero uno de los motivos que más me resuena es aquel que habla sobre que nuestra vida ya está elegida y sólo somos peones entre políticos y corporaciones.
Ahora que ganó Trump las elecciones gringas no pude dejar de pensar que nuestra democracia ha sido hackeada. No hablo de algo tan básico como que Donald J. hackeó al sistema siendo gritón para así llegar a noticieros. El hombre ya era bastante famoso antes de eso y los cánticos racistas se han hecho lugar en un universo alterno encabezado por Fox News y sitios como Breitbart. De hecho, ayer chequé un gráfico del Wall Street Journal sobre cobertura liberal y conservadora. Resulta que “liberal” eran sitios bastante comunes como MSNBC, The Guardian y el NYT. Los escaparates conservadores me parecieron bastante lunáticos y desconocía la mayoría de ellos o que fueran tomados como medios serios, yo solamente pensando que consumo el mainstream gringo, pero al parecer sería un ala liberal de la información. A lo que voy: las audiencias tan estúpidas como para votar por Trump (o el peor candidato en cualquier elección) tienen su consumo de medios definido y tal vez una nota en el Washington Post no los haga cambiar de opinión. El reto, tal como lo decíamos en el quincenario /AUTONOMÍA en LJA allá por 2012, nunca es 1) generar discurso sólo para nuestros pares, es ocioso, ya piensan como uno y 2) convencer al más bajo denominador, ya tienen su preferencia.
¿Qué se puede hacer? Soy creyente que se empieza de menos a más, si votan todos los que deben votar (interprétenlo de mil maneras) nos acercaríamos a lo que realmente quiere la mayoría, pero de manera anecdótica recuerdo gente que marchó con los 132 y demás pero ni siquiera se molestaron en votar o en tener su IFE actualizada. Así cómo. La democracia ha sido hackeada en el sentido de la apatía del lado de los supuestamente buenos y la participación colectiva de los malos. Algo los despertó a pararse de la cama. En corto, le estoy echando tierra a los que no votaron por Clinton debido a que no era Bernie cuando hay un bien mayor a quién derrotar. Es cómo el no haber votado por AMLO en 2012 por equis o ye cuando el chiste era impedir la asunción de EPN. Las cosas por su nombre, si no queremos que triunfe quién no debe, no bastan eufemismos o chaquetas tipo “por quién sea, menos ese”. Más bien al menor de los males, es la única salida.
¿Siempre cuál fue el hack? Aprovechar la modorra de quienes están de acuerdo con el cambio en curso y potencializar la ira de los que quieren un cambio…bpara atrás. También le funcionó al Frente Nacional por Familia, ¿no creen?
Bocadillo: The Crown en Netflix puede sonar como para nuestras mamás, pero es televisión que no debemos perdernos. Además de que John Lithgow está excelso como Churchill.
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