- Sector del autotransporte ha sufrido 20 asaltos en lo que va del año
- Gracias al sistema se han logrado salvar las vidas de los conductores y recuperar unidades y mercancía
Resulta más conveniente el uso de la “tecla de pánico” que el uso de drones para vigilar las carreteras y evitar el robo de transporte de carga, pues hasta ahora ha logrado salvar las vidas de los choferes y la mercancía, informó Roberto Díaz Ruíz, presidente local de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
Detalló que los integrantes de este gremio en lo que va del año han sufrido al menos 20 asaltos en la carretera; aunado a que varias compañías se niegan a asegurar a los autotransportistas, debido al alto nivel de siniestralidad, convierte el tema de inseguridad en un asunto muy preocupante para los empresarios del sector.
En cuanto al uso de nuevas tecnologías, como drones para vigilar las carreteras y garantizar la seguridad de quienes circulan por ellas, Díaz Ruíz consideró que aún no se está preparado para trabajar con este instrumento.
“Yo no lo concibo, pues por ejemplo la aduana de Nuevo Laredo tiene seis mil 400 ingresos diarios en ambos sentidos; de tal manera que ni aunque se nublara el cielo sería posible, en el caso de Ciudad Juárez tiene más de tres mil cruces, Tijuana más de dos mil; entonces hablamos de 12 o 15 mil cruces diarios; lo de los drones no dudo que vaya a llegar un día, pero dudo que ahora sea factible”.
Compartió que en su caso tuvo hasta nueve eventos de asalto a un mismo tiempo, en los que afortunadamente se recuperaron la mayoría de las unidades, esto fue posible gracias a que los conductores se atrevieron a usar la tecla de pánico, que está interconectada con el sistema de monitoreo, que trabaja las 24 horas y los 365 días del año.
Además aseguró Díaz Ruíz que a través de este sistema han logrado recuperar hasta el 80 por ciento de los robos con todo y mercancía, “todo ha sido porque el chofer se atreve a presionar la tecla de pánico, porque muchas veces por temor no lo hacen, temor a que el asaltante les haga daño; es que la cosa está muy complicada”.
Explicó que para los empresarios afectados por un asalto a sus unidades, el camino para hacer válido un seguro se convierte en un calvario desde el momento que se enteran les llega un cúmulo de incertidumbres; en primera, por la vida del conductor, saber por la mercancía del cliente y encontrar remolque y tractor.
Luego vienen las reclamaciones de los usuarios porque la mercancía no se entregó en tiempo y forma, luego toca ir al Ministerio Público a hacer largas filas para ser atendido, para recuperar la unidad desvalijada, luego viene el pago del servicio de las grúas y de las pensiones en el corralón.
