De forma por demás anticipada, las fuerzas políticas en Aguascalientes, y como seguramente será en el resto de País en donde se celebrarán elecciones el siguiente año, la efervescencia de los que aspiran y suspiran por contender para los diversos puestos de elección popular están a la orden del día. Vemos, como por ejemplo en el PRI, cómo la fila es larga y la lista abultada de los que añoran ser tomados en cuenta para ser considerados como candidatos a diputados, regidores y por supuesto presidentes municipales; este último es el hueso más apetecible. Todos consideran obviamente tener los méritos y muchos considerarán que su partido se los debe.
Muchos de estos actores del escenario público pertenecen a las diversas corrientes que interactúan en el estadio local. Éstas son encabezadas por el Licenciado Otto Granados Roldán, con el estrecho vínculo de los Palomino-Guevara-Esparza; otra, la corriente “Lorenista”, quien actualmente tiene muchos adeptos por su actual posición, se suman los Olivaristas-Venturistas, y otro grupo más que podríamos identificar con los de Arellano, quienes dicen contar con ciertos apoyos del Estado de México y que también estrechan lazos con el primer grupo de los aquí nombrados. Esto a través del buen amigo Héctor Macías, y por último el que podríamos señalar como el principal y más importante: el de Carlos Lozano de la Torre.
Me es claro que todos los primeros tienen ante sí una labor proselitista interna muy complicada; esto ante la forma de hacer política de actual jefe real del priísmo en Aguascalientes y bajo el esquema de que todo es para el ganador, quien lo es precisamente el Gobernador de esta entidad, quien sin duda se convertirá o así lo intentará, erigirse como el gran elector, y conociéndolo un tanto, lo logrará, así que el augurio para el resto no es muy halagüeño, pues el grueso de su lista de candidatos saldrá de sus huestes y de gente de su confianza. Esto sin duda acarreará una serie de inconformes y divisiones internas que mermarán aún más a está organización política que recién sufrió una fuerte derrota bajo el esquema del “haiga sido como haiga sido”. No nos quede la menor duda de una cosa, el PRI tendrá como carta fuerte en la siguiente elección el más básico de los presupuestos para intentar ganar la elección, el dinero público, ya lo estamos viviendo y observaremos con más intensidad al tiempo.
Asimismo, al interior del Partido Acción Nacional, que debido a los recientes resultados electorales tiene bien cimbrada la esperanza de que podrán sortear con buena ventura los vientos electorales, por lo que sus tiradores también son muchos, y es claro, el dinero tampoco escaseará, pues su presupuesto es suficiente como para dar la pelea al que se empleará por parte del actual en el poder, pues este tiene a su disposición el dinero municipal, estatal y en su momento estará al alcance de sus manos el federal. Sus actores ya están en plena pugna por ser los afortunados. Creo que su gran elector será el Senador Martín Orozco Sandoval.
Y nos preguntamos: ¿qué sucede con las fuerzas progresistas en el Estado?, pues aún nada, y creo que la respuesta puede ser encontrada básicamente en el aspecto económico, tanto el Partido del Trabajo, el de la Revolución Democrática, como el Movimiento Ciudadano carecen de presupuestos que les permita tener una campaña de presencia permanente ante la sociedad, son muy pocos los medios que atienden en sus primeras páginas las acciones que estas fuerzas realizan, así como sus posicionamientos sociales. Esto en contra de la muy constante aparición de la Alcaldesa y del Gobernador en radio, televisión y prensa escrita. Las campañas deberían de ser mucho más económicas que las actuales.
Vemos que actualmente se está realizando un esfuerzo por conjuntar tanto a la derecha como a los progresistas en una alianza electoral de cara al proceso local del 2013. Tanto Jorge López, Cuauhtémoc Escobedo, Oswaldo Rodríguez y Héctor Quiroz encaminan a buen puerto la asociación de intereses en aras de batir al muy adinerado y amañado PRI, pero no debemos perder de vista algo muy importante, las alianzas de esta naturaleza que en los estados que se han realizado han sido exitosas en la consecución del triunfo, se han perdido en el camino, pues a la hora de conformar el gobierno, el pez grande se ha comido al chico. Lo inicialmente pactado ha sido olvidado y no se han respetado los acuerdos de cogobiernos. Vemos cómo en Puebla, el actual gobernador es más panista, en Sinaloa, Malova recula hacia el PRI de donde viene, y en Oaxaca, Gabino Cué se mueve entre azul y buenas noches. Las negociaciones que en Aguascalientes se den deberán de ser desde mi particular punto de vista conformadas entre los tres partidos de izquierda como una unidad midiendo sus porcentajes y alcances, haciéndole cierto frente al partido de la derecha, quien tiene un mayor número de votos. Es decir que cualquier reunión entre las cabezas de partido con el objeto de lograr esta alianza se efectué sin que falte una de éstas.
Que no nos ganen los deseos de obtener más reuniéndonos en forma individual, negociando a espaldas supuestas mejores posiciones para nuestros miembros, que observemos como premisa el bien común, el sacar al PRI de las alcaldías y de la mayoría en el Congreso, pues esto traería mejores elementos de gobierno para nuestro Estado; y si no, será el pez grande el que se coma a los tres más chicos.
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