Los informes de gobierno son interesantes ocasiones para observar dos valiosos puntos: el discurso político del gobernante y las realidades que vive la sociedad. Con el discurso, los ciudadanos conocemos la forma de ser y de pensar del gobernante, las motivaciones que tiene en su acción de gobernar, los valores que mueven sus decisiones; las realidades que vive la sociedad nos dan cuenta de las “resultantes” de las acciones de gobierno, las cuales podemos ponderar con la ayuda de los datos.
En pocas ocasiones podemos percibir que el discurso del gobernante va de la mano de las realidades; tal circunstancia se da cuando las palabras concuerdan con los hechos. Para la sociedad es importante tomar algún aspecto y revisar la concordancia de los dos puntos –ya que es necesario utilizar fuentes de información distintas a los gobiernos-, ejercicio que nos permitirá darnos cuenta del nivel político que estamos viviendo.
Es de desear que los medios de comunicación, en su función social de comunicar –poner en común- la información que requiere la comunidad para llevar adelante su vida, ayuden a los ciudadanos a conocer tanto el discurso del gobernante, como las realidades que vivimos.
En el segundo informe que hemos recibido del gobernador del estado, Carlos Lozano, podemos distinguir dos aspectos clave en los que los resultados son valiosos: uno es el de la seguridad pública, particularmente lo relacionado con los homicidios de la delincuencia organizada, que han disminuido notablemente; y, el otro, el impulso a una nueva etapa de reindustrialización, al estilo de los años 90, con la instalación de la segunda planta de Nissan y la llegada de otras empresas japonesas.
Por lo que respecta al sector educativo, el informe destaca como logros el campus sur de la UAA, que es de este tiempo, y la preparatoria oriente, que se inició anteriormente; en El Retoño, El Llano, inició actividades la Universidad Tecnológica Internacional, además de los bachilleratos en Arte y Humanidades José Guadalupe Posada y del Deporte (LJA, 28 noviembre).
Sin embargo y además de muchos otros datos de resultados del ejercicio de los programas y presupuestos del gobierno del estado, encuentro datos que, en mi consideración, en el texto no son lo suficientemente claros para conocer las realidades, y que los podemos contrastar con otras fuentes de información.
De manera particular me referiré a dos de ellos, como son el crecimiento económico y la generación de empleos, ya que han sido presentados en el discurso de manera magnificada, razón por la que observo diferencias entre lo dicho y los hechos. En el punto del crecimiento económico de esta administración encuentro lo siguiente, considerando los dos primeros años de la anterior administración (para poder referenciar el discurso político) (la fuente de información es el INEGI en la red): trimestres del 1er año LARF, 3.25-3.04-3.88-6.01, 1er año CLT, 3.53-4.23-5.12-5.37; 2º año LARF, 9.38-9.44-9.57-7.55, 2º año CLT, 8.94-6.29-7.60. En realidad, en este punto y en estos dos primeros años, considero que el discurso actual no corresponde a estas realidades.
Quiero pasar ahora al punto de la generación de empleos, recurriendo para ello a las estadísticas de la STPS, también en la red (datos que revisé varias veces por las diferencias que encontré con el discurso): 1er año LARF 2,527, CLT 2,557; 2º año LARF 6,019, CLT 14,362 –hasta octubre-. En este segundo año, efectivamente, se ha dado un crecimiento notable (será interesante volver a revisar las cifras el próximo año).
En este sentido, habría que revisar también las cifras de personas en pobreza y pobreza extrema patrimonial y alimentaria, personas en desempleo, niveles salariales de los trabajadores, número de egresados de universidades, número de posgraduados, etcétera, del año 2010, para compararlas con las cifras del 2012 y años siguientes; de esta manera, tendremos una mejor apreciación del éxito y avance de una administración de gobierno.
Desde luego que el punto no es hacer menos la información recibida, ya que –por otro lado- debemos reconocer el valor del trabajo de los servidores públicos que laboran en los muchos programas de gobierno; el punto, entonces, es llamar la atención sobre la distancia que parece darse entre lo que se presenta y las formas fastuosas –como si nunca antes hubiera habido trabajo de gobierno-, y las realidades que deben ser atendidas, algunas con urgencia (para de esta manera evitar el engaño).
El crecimiento de la población requiere también del crecimiento, por ejemplo, de los Conalep y de los Cecytea, que en dos años no han crecido (además de atender y resolver asuntos como los de los profesores que llevan meses fuera del Conalep de la calle Cosío).
Otro aspecto delicado es el de la credibilidad del gobernante: nadie por encima de la ley (LJA, 24 nov.). Es una afirmación que genera suspicacias, ya que surgen preguntas como ¿qué tanto hemos de creer estas palabras cuando detectamos ciertas violaciones a la norma, como es el caso de la ley de responsabilidad de servidores públicos que prohíbe contratar a familiares? ¿Cuál es el efecto cuando se trate de asuntos que son más delicados, como el de que el gobierno no intervendrá en los procesos electorales, o el manejo transparente de los recursos, o el combate a la corrupción y a la impunidad?
Añado dos últimos puntos que también considero delicados: uno es el número de suicidios que se están dando en nuestro estado; y, el otro, es la forma de relación que está teniendo el gobierno del estado con el municipio de Aguascalientes, aspecto que se aprecia desde la periferia de la observación.
Ambos asuntos, considero, tienen que ser atendidos de mejor manera. El suicidio es una manifestación del estado de ánimo de una sociedad; y la coordinación de acciones con el municipio de Aguascalientes es clave, por mencionar algo, para la seguridad pública.
Felicidades a La Jornada Aguascalientes en su cuarto aniversario.
