- El poeta y académico, Vicente Quirarte inauguró con su ponencia del horizonte de la plástica y la historia mexicana la Cátedra Saturnino Herrán en el Museo de Aguascalientes.
- Develó la relación entre los productos artísticos del pintor con el trabajo de Ramón López Velarde.
La directora general del Instituto Cultural de Aguascalientes (ICA), Claudia Patricia Santa-Ana Zaldívar, hizo ayer oficial la jornada inaugural de la Cátedra Saturnino Herrán en el Museo de Aguascalientes. Para tal evento, el poeta y académico Vicente Quirarte abrió el primer seminario del programa Saturnino Herrán y la Identidad Nacional con una conferencia magistral donde habló del horizonte de la plástica y la historia mexicana, en relación con la corriente artística que vivió el pintor aguascalentense.
Como parte del primer seminario de varios a llevar a cabo, tanto en el Museo de Aguascalientes como en la Facultad de Arte y Diseño de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se dieron dos talleres prácticos; uno de dibujo y otro de pintura. También se presentó el libro Saturnino Herrán, un encuentro con nuestra identidad. Centenario Luctuoso, y se cerró con el concierto conferencia didáctica del maestro Miguel Alcázar, donde deslumbró con 24 preludios para guitarra del contemporáneo del pintor modernista, Manuel M. Ponce.
En su conferencia, Vicente Quirarte, habló sobre el tiempo histórico (prerrevolucionario) que formó al joven pintor Saturnino Herrán, el cual, aunque sólo tuvo una vida laboral artística de 10 años, logró un impacto social y cultural en todo el país. Destacó la estrecha amistad que tuvo con Ramón López Velarde, así como los encuentros con el virtuoso músico Manuel M. Ponce y el pintor Diego Rivera, el cual denominó a Herrán como “el más pintor de los mexicanos y el más mexicano de los pintores”.
Durante toda la exposición mostró fotografías donde el pintor estaba inmerso en el mundo artístico latente de aquellos años, así como en el político. El estilo modernista que usaba el retratista se destacaba por pintar indígenas y trabajadores comunes que, en su mayoría, eran hombres. Vicente Quirarte explica que a pesar de haber vivido una temporada bélica en México, tanto él, como el escritor Ramón López Velarde, estaban alejados de las corrientes nacionalistas que surgían a raíz de la revolución.
Contrariamente, la patria que buscaban estos dos artistas no era autoritaria ni madrastra, sino joven. Vicente Quirarte explica que un gran ejemplo de ello está en el poema Suave Patria de López Velarde: “Nadie como López Velarde en el poema Suave Patria se había atrevido a tomar a la patria por la cintura, a bajar a Cuauhtémoc del pedestal, hablar de tú con los héroes”. Continúa “y es lo que hace Herrán, también, en este cuadro maravilloso, en este desnudo exuberante bajo la luz del sol y con la catedral en el fondo y con los elementos nacionales al frente”.
En concreto, en la ponencia se expuso la vida histórica que tuvo Saturnino Herrán y cómo este se aprovechó de la virtuosidad que ya tenía, juntándola con la originalidad de desafanarse del nacionalismo autoritario para proceder con la sensibilización de lo cotidiano, enfrentando la realidad y retratándola como lucha social.
