En el mundo, muchas ciudades están diseñando e implementado diversas estrategias para la reactivación de los espacios públicos y la movilidad, en un momento que demandará condiciones más exigentes de salubridad para garantizar que las actividades se realizan de manera segura y, con ello, contribuir a la desaceleración de la pandemia de Covid-19. En ese contexto, la National Association of City Transportation Officials (NACTO) de los Estados Unidos, recientemente publicó la guía Calles para la Pandemia: respuesta y recuperación, en la que se plantean distintas estrategias para adaptar las ciudades a las nuevas condiciones de salud pública que deberán garantizarse en la nueva normalidad. ¿En qué consisten algunas de esas estrategias? Veamos.
En primer lugar, se recomienda a las ciudades encontrar espacios adicionales que puedan disponer para ampliar las calles, aceras, etcétera, con la finalidad de proveer un área mayor para caminar con sana distancia. En general, en ciudades como Aguascalientes suele destinarse un espacio considerablemente mayor a los automóviles, mientras el espacio para los peatones tiende a ser muy reducido. Incluso, existen casos en que el diseño de las vías no consideran infraestructura peatonal, por lo cual con frecuencia los peatones deben caminar por el arroyo vehicular. Por lo tanto, las ciudades deberán garantizar espacios más adecuados para caminar con mayor distancia entre las personas para asegurar mejores condiciones de salud; para ello, NACTO recomienda convertir espacios de estacionamiento en la vía pública en banquetas emergentes, lo que podría hacerse con intervenciones económicas como pintar el pavimento para indicar el área peatonal, e instalar bolardos para proteger a las personas de los automóviles, entre otras estrategias. Más aún, algunos carriles vehiculares podrían transformarse, así sea de manera temporal, en nuevos espacios peatonales, especialmente donde existan volúmenes importantes de peatones, como centros históricos o zonas comerciales.
En segundo lugar, se plantea la creación de ciclovías emergentes, es decir, ciclovías que puedan implementarse de manera rápida sin necesidad de grandes presupuestos, para proveer alternativas de movilidad para recorridos de distancias razonables a quienes hoy dependen del transporte público para moverse en la ciudad. La lógica es simple: quienes pueden utilizar un automóvil pueden desplazarse de manera aislada, lo que en teoría podrían suponer un menor riesgo de contagio de Covid-19; sin embargo, quienes utilizan el transporte público pueden estar más expuestos a este virus debido a la sobreocupación de las unidades de transporte público. En resumen, la creación de ciclovías emergentes, que podrían delimitarse con marcas en el pavimento, conos, bolardos, etcétera, podrían ofrecer una alternativa más segura en términos de sanitarios para realizar traslados de corta o media distancia para quienes, en ciudades como Aguascalientes, utilizan sistemas de autobuses que operan de manera ineficiente.
En tercer lugar, se recomienda a las ciudades aumentar la oferta de espacios públicos como parques, plazas, entre otros, para evitar concentraciones masivas en los espacios existentes en la actualidad. Esos nuevos espacios pueden crearse mediante la recuperación de áreas residuales en intersecciones viales o en espacios subutilizados como terrenos baldíos y áreas de donación, y a través de la conversión temporal de algunas calles en espacios libres de automóviles durante horarios determinados algún día de la semana. La creación de nuevos espacios públicos puede aumentar las oportunidades para disfrutar del exterior de manera más segura, lo que a su vez puede reducir el volumen de usuarios en los espacios existentes. Igualmente, en los espacios públicos pueden realizarse intervenciones rápidas para delimitar áreas específicas para ciertas actividades o para distribuir a las personas entre sí respetando la sana distancia, lo que puede hacerse fácilmente con marcas en el pavimento que además puedan utilizarse para juegos o actividades infantiles.
En resumen, la nueva normalidad demandará de las ciudades mayor proactividad, creatividad e imaginación para adaptar los espacios públicos y la movilidad a las nuevas condiciones de salud pública en el post-Covid. Muchos gobiernos locales en el mundo están actuando con rapidez para mejorar la infraestructura peatonal y ciclista, y garantizar que los espacios públicos ofrezcan experiencias seguras para las personas. En Aguascalientes, los gobiernos estatal y municipal no parecen tener la intención ni disposición para explorar medidas más innovadoras para mejorar la salud pública en la ciudad, más allá de la comunicación y la publicidad. ¿Tendrán algún plan más ambicioso para adaptar las dinámicas urbanas al post-Covid?
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