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viernes, diciembre 5, 2025

¡Cambiemos los estacionamientos por árboles y columpios! / Pensar el hábitat

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El estacionamiento en la calle no es otra cosa más que el almacenamiento gratuito de la propiedad privada en el espacio público, mismo que en principio debería de ser utilizado para generar bienestar en la población. Esto me lleva a preguntarme ¿En que sentido un estacionamiento genera mayor beneficio que un par de árboles, una banca y un columpio que podrían ocupar el mismo sitio?

Pensemos en la calle residencial “tipo” de la ciudad, seguramente tiene un carril de circulación en un sentido, entre este y las angostas banquetas a los extremos seguramente encontraremos espacio para estacionamiento. Replanteando esto con base a la idea inicial, nos daremos cuenta de que la mayoría del espacio de las calles se destina a guardar la propiedad privada. Quizá nunca hayamos cuestionado este diseño, así que invito al lector a un ejercicio de imaginación guiada ¿Qué pasaría si la misma calle solo tuviera un carril de estacionamiento? ¿Y si reducimos el ancho del carril de circulación al mínimo? ¿Y si con el espacio ganado se utiliza para plantar un buen arbolado, con unos cajetes de tamaño apropiado? ¿Y si, además en el espacio entre árboles colocamos mobiliario como bancas, mesas y columpios?

Los beneficios de esta nueva calle van mucho más de la imagen urbana, sino que también traería una gran cantidad de consecuencias positivas. Para empezar, tendríamos una calle más accesible e incluyente, grupos vulnerables como la tercera edad o personas con alguna discapacidad podrían circular con mayor seguridad por esta vía y con esto facilitarles el acceso a la vida pública y a su desarrollo independiente. Por otra parte, al mejorar la habitabilidad de la calle, esta se podría convertir en la “sala de estar de la ciudad” como plantea el arquitecto Jan Gehl. Vialidades ahora inhóspitas podrían estar llenas de vida, con niños jugando, parejas paseando, personas almorzando, etc. Además, esto podría aminorar el déficit de áreas verdes que tiene la Aguascalientes, convirtiendo a las calles en algo más parecido a un parque. Asimismo, esta transformación sería un paso importante hacia una ciudad sustentable, con más vegetación, superficies permeables y favoreciendo medios de transporte no motorizados ¡Y todo esto sería posible solo reduciendo una parte del estacionamiento en vía pública!

Quizá pueda parecer un poco radical, o habrá a quien le preocupe donde dejará su auto. Pero el problema subyacente es requerir de tonelada y media de metal para acceder a la ciudad, algo que es verdaderamente absurdo. Los autos tienen su lugar, solo que no pueden ir sobre la dignidad de las personas, no se deberían de favorecer a estos sobre la libertad de los ciudadanos que utilizan otros medios de transporte. A pesar de esto, la mayoría de las calles de Aguascalientes son reflejo de esta ideología aplicada al urbanismo y que ha estado presente durante el periodo de mayor crecimiento urbano de la urbe.

Otro aspecto que me parecería relevante en el diseño de la calle, es permitir que al menos dos personas puedan mantener una conversación agradable al caminar juntos, sin necesidad de irse cediendo el paso o dando giros raros buscando adecuarse a una banqueta demasiado angosta y llena de obstáculos. Este criterio de diseño impacta de manera considerable la calidad de las interacciones sociales de muchos ciudadanos y no debería de ser ignorado.

Finalmente, creo que es imprescindible reflexionar en la manera en la que diseñamos nuestras ciudades, pensar en que medida son democráticas y permiten la circulación de todos los medios de transporte. Plantearnos si son un espacio que mejore nuestra calidad de vida o simplemente sirven para la circular. Cuando una calle está bien diseñada y habitada se vuelve un lugar agradable, incluso llegando a ser deseable que las viviendas y comercios tengan ventanas que permitan admirarlas y habitarlas desde el interior. Pequeños cambios como sustituir algunos cajones de estacionamiento con árboles y mobiliario en algunas calles de la ciudad podrían ser suficientes para que estas vuelvan a ser causa de bienestar y goce ¿No es momento de que las calles vuelvan a ser bellos y vibrantes espacios públicos, más allá de simples almacenes de autos privados?

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