- La policía estatal llegó a parar pipas que distribuían combustible de contrabando; pero éstas tenían papeles “legítimos” y entraban sin problemas a Aguascalientes
- Empresarios adquirían combustible barato sin saber que era robado. Podrían ser sancionados
Luego de que el subsecretario de gobierno, Manuel Cortina, diera a conocer que se aseguraron cerca de 140 mil litros de hidrocarburos en condiciones inseguras y bajo la ilegalidad, el funcionario estatal señaló que se desconoce con certeza de dónde provienen, sin embargo, algunas pipas que los distribuyeron entraron de manera “legítima”. Pipas con el combustible obtenido presuntamente por huachicoleo fueron detenidas por policías estatales, pero al tener papeles supuestamente reales, pasaron sin problema alguno.
El aseguramiento de los 140 mil litros de combustible que estaba además en condiciones inseguras y que ponía en riesgo a la población jesusmariense y aguascalentense, representaba una pérdida de 3 millones de pesos.
Luego de ser cuestionado sobre cómo iban a ser distribuidos los hidrocarburos de dudosa procedencia, Manuel Cortina señaló que la distribución se hacía con “pipas de combustible que vienen de diferentes lugares. No conocemos exactamente la procedencia de cada una de ellas. En algunos casos las veíamos entrar al estado; en algunos casos la policía estatal detectaba la entrada, sin embargo, tenían documentación, al parecer, legítima”.
El segundo al mando en la Secretaría General de Gobierno (Seggob), mencionó que también se detectaron anuncios de pipas en plataformas de redes sociales que ofrecían precios sumamente bajos de combustible, gasolina o diésel, que resultaban atractivos para empresarios locales. “Eso nos alertó y empezamos a hacer la búsqueda” y en conjunto con una serie de denuncias ciudadanas se dieron con los depósitos donde se resguardaban los combustibles.
“Pero sí, la forma de entrar al estado es en pipas y por carretera”, aclaró.
Sobre las empresas que estuvieron comprando gasolina y diésel que provenía del huaciocoleo, Manuel Cortina, dijo que tendrán que comprobar a la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (Asea), que el combustible adquirido tiene procedencia legítima, pues si bien se aseguraron ya 140 mil litros “hay que decirlo, no todo el combustible puede ser robado y no todo el combustible es comprado”.
Abundó: “en algunos casos se roban el combustible y vienen a venderlo -en pipas que entran por las carreteras con documentos ‘reales’- más barato; en otros casos lo compran, por ejemplo, en la zona fronteriza, que está exento de algunos impuestos y lo trasladan para venderlo en toda la República”. Por tanto, la Asea es la encargada de determinar la procedencia de los hidrocarburos confiscados por el gobierno estatal.
Si bien se puede detectar casos de compradores de “buena fe” que no se dieron cuenta del atraco que hubo detrás del producto que adquirían, en dichos escenarios el más perjudicado termina siendo el empresario que pagó un producto que no era legal. En esos casos las autoridades federales serán las que dicten si habrá también responsabilidad con los empresarios que, por un precio más barato, recurrieron a estos distribuidores ilícitos.
El contrabando de combustible es un problema que afecta a las arcas nacionales y que evade impuestos por cantidades millonarias. Se está en espera de las acciones federales sobre este aseguramiento.
