“La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar”
Albert Einstein
La economía se puede entender como la consecuencia dinámica de lo que sucede en un mundo de interacciones comerciales, en donde permea la acumulación material y en donde se presenta una paradoja singular sobre lo que producimos, lo que deseamos, lo que necesitamos y lo que tenemos. La relación que existe con esta ciencia deja desvelar un sinfín de situaciones en las que partiendo de un análisis macroeconómico se puede inferir si un país tendrá un desarrollo o por el contrario tendrá un ciclo de estancamiento. La ciencia nos permite tomar bajo distintas aristas una serie de criterios para analizar y discurrir la realidad, por ende, han existido diversos teóricos y economistas que utilizan enfoques mixtos de investigación para poder hacer una interpretación.
El destacado economista Robert Solow, quien fue galardonado con el Premio Nobel de Economía en 1987, sostiene que el desarrollo integral de un país está sustentado básicamente en el ahorro que pueda generar la sociedad, y el mismo modo, la aplicación del recurso público en el sector de la tecnología, evidentemente su planteamiento se expresa en una tesitura más compleja y elaborada, ya que construye bajo una retórica financiera los principales puntos de desarrollo económico en las naciones.
El Premio Nobel de Economía siempre se destacó por tener una visión de largo plazo, se caracterizó por ser un fiel defensor de los planteamientos keynesianos y coincidía en la intervención vertical del gobierno como un elemento promovente en la generación del desarrollo y crecimiento de una nación. Actualmente las economías están expuestas a cambios rotundos, así mismo, se ven afectadas por diversas variables que no son calculables en la justa proporción. En muchas de las ocasiones las afectaciones macroeconómicas son derivadas de las políticas públicas y del preámbulo legislativo.
“La vida es una preparación para el futuro; y la mejor preparación para el futuro es vivir como si no hubiera ninguno” Albert Einstein.
Solow sostiene que la innovación tecnológica en el sector de las energías renovables puede fungir como un dinamizador en el cual se permita reducir el desgaste que existe en el medio ambiente, incrementar las utilidades y el rendimiento de los recursos con los que ya se cuenta, y del mismo modo generar nuevos esquemas de ahorro y de producción. Al hablar de un sistema neoliberal, es evidente que la expansión de la innovación tecnológica refiere un alto impacto. La “Revisión Estadística de la Energía Mundial” refiere que el aumento en el consumo de energía fue impulsado por las energías renovables y el gas natural, que en conjunto contribuyeron con tres cuartos de la expansión, es decir, existe una tendencia clara y evidente. En alusión a la tecnología expone que los países más desarrollados son aquellos que tienen un progreso técnico ya que logran establecer procesos productivos y una sinergia entre el capital y el trabajo.
La tecnología es un aliado del ser humano, que en el decurso del tiempo ha mostrado una interacción en la cual ayuda al hombre a sustituir su trabajo, primeramente, físico, y ahora con la inteligencia artificial y por medio de los algoritmos, también puede sustituir el atributo lógico de la mente. Evidentemente los dos elementos citados pueden lograr acortar las brechas de desigualdad que existen, coadyuvar tanto al empresario para mejorar su producción, como al trabajador para que su jornada no sea tan exhausta, y por supuesto al medio ambiente en el cuidado de su equilibrio.
Bajo las características que tiene México económicamente hablando, es interesante considerar que el estado de crecimiento económico reside en el ahorro, ya que este tiene el potencial de maximizar el consumo per cápita, de tal modo que el estado de bienestar sería una realidad y así mismo existiría una relación ecuánime con la oferta y la demanda. “Locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados distintos” Albert Einstein.
Las reglas de oro de Solow son hasta cierto punto las bases de los esquemas macroeconómicos de las naciones, ya que bajo el hermetismo que menciona se puede garantizar el crecimiento, es trascendente mencionar la relevancia de estos esquemas. El destacado profesor del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) apoya sus ideas bajo los métodos de investigación cuantitativos, es decir, no solo utiliza una retórica progresista, también sustenta de manera matemática sus postulados.
No es que no se tengan las opciones para generar crecimiento y desarrollo económico en nuestro país, es que no se tiene una idea clara de hacia dónde se deben dirigir las políticas públicas y bajo el mismo preámbulo, dejar de improvisar, y tomar en cuenta la experiencia de los expertos. El progreso de un país ya no es un discurso político, es una realidad, no es que se sigan buscando alternativas, es que se decida encontrarlas.
In silentio mei verba, la palabra es poder.




