Varias ciudades y países del mundo están viviendo actualmente un repunte de contagios diarios de COVID-19, luego de más de un año de haber comenzado la pandemia y de haber superado otros ciclos epidémicos. Este es el caso de México, que actualmente enfrenta una tercera ola y la de cifra de casos confirmados aumenta cada día, obligando a retomar medidas de confinamiento y suspensión de actividades en varios estados.
Otro lugar que enfrenta un repunte es la ciudad de Nueva York. A pesar del avance de la campaña de vacunación, el riesgo epidémico aún no se reduce sustancialmente. Teniendo en cuenta que las medidas de confinamiento afectan de forma negativa la economía de un lugar y que no se han podido reactivar completamente varios sectores, el alcalde de esta ciudad, Bill de Blasio, ha decidido implementar una orden ejecutiva que no ha escapado de polémica.
Esta política se llama Key to NYC o Llave a la ciudad de Nueva York. Consiste en hacer obligatoria la presentación de un certificado de vacunación contra COVID-19 para acceder a varios lugares, como restaurantes, cafeterías, cines, hoteles, bares, gimnasios, etc. No solo eso, sino que también será requisito de entrada para espectáculos y eventos de entretenimiento, como centros nocturnos, estadios, salas de conciertos, museos, galerías y más.
Esta nueva regla incluye a clientes y empleadas, que tienen que demostrar haber recibido al menos una dosis de cualquier inmunización aprobada contra el SARS-CoV-2 para ingresar a estos recintos. Solamente aquellos espacios que estén en exteriores están exentos de esta nueva normativa, al igual que iglesias, escuelas, oficinas, centros de salud y mercados.
Además, sigue siendo necesario el uso de cubrebocas, sobre todo en menores de edad que aún no son elegibles para recibir su vacuna.
La medida entra en vigor desde el 17 de agosto de 2021, sin embargo a partir del 13 de septiembre las autoridades de esta ciudad estarán multando a aquellas personas que no cumplan con estos requisitos. Las penalizaciones son de 1 000 dólares e irán en aumento si se trata de reincidentes.
Esta medida ha sido aprobada por varios sectores que argumentan que será una forma de forzar a las personas faltantes a vacunarse. Sin embargo, algunos grupos de restaurantes y otros establecimientos se han opuesto e incluso han interpuesto una demanda en contra del alcalde y su determinación, por considerarla discriminatoria y contraproducente para sus negocios.
