APRO/Manuel Michelone
Ciudad de México (apro.- Si usted, lector, lectora, es un internauta consumado, que pasa horas navegando por la red, es probable que vea muchos videos en YouTube y que, además, se informe a través de páginas web. Hoy en día es común atender las noticias, las editoriales críticas de diarios (en papel y electrónicos), todos en videos que se suben a plataformas como YouTube, probablemente el líder indiscutible en videos en la red.
Y usted, internauta, podrá notar que en este rubro de los videos hay diferentes calidades. Hay quien sube un video casi platicando lo que vive diariamente, todo esto usando los recursos de su cámara que viene en el teléfono celular. Otros internautas que crean contenido, usan cámaras más profesionales por una parte o bien, editores de video para darle al producto final una mejor calidad.
Y es que, en el mundo de la creación de videos, por ejemplo, para YouTube, es importante contar con herramientas que nos permita editar los metrajes que producimos, porque todos estos fragmentos en video hoy son las ventanas para llegar a muchas personas. Por ello es necesario que sepamos de los editores de video que se pueden adquirir ya sea por Internet o incluso, usar versiones gratuitas que tienen un respetable poder frente a las versiones comerciales.
Uno de ellos, gratuito, que funciona para Mac, Windows y Linux, es Openshot Video Editor. Este programa se puede descargar de https://www.openshot.org/ y se tienen de inmediato los enlaces para descargar el software para nuestra plataforma. Los editores de video se llaman “editores no lineales” porque no es como en el pasado, cuando no había computadoras.
Antes se requerían de diferentes reproductoras y grabadoras de video para cortar los fragmentos que queríamos poner y además, en el orden que queríamos que apareciesen en el video final. Hoy las herramientas modernas permiten tomar fragmentos de lo grabado digitalmente y cortar las partes que nos interesen, parea pegarlas en el minuto que deseemos del video que estamos editando.
Muchos editores, como Openshot tiene además una serie de rutinas que pueden incorporarse al video que se está editando, pudiendo crear transiciones suaves entre un fragmento del video y el que le sigue. Muchos editores pueden añadir subtítulos y al generar el producto final, el resultado tiene en general una muy buena calidad. Estos editores tienen efectos especiales de video, además, lo que enriquece la edición final de lo que el editor humano quiera poner.
Desde luego que también permite insertar tracks de música (o sonidos), lo que hace aún más versátil el resultado final. Openshot da un número interesantes de posibilidades y es totalmente gratuito. Otros editores –supuestamente gratuitos– muchas veces tienen toda la capacidad para operar correctamente, pero el fabricante les pone a los videos resultantes una marca de agua en todo el video. Esto, desde luego no sirve para producción profesional, por lo que es una medida de protección. Estos supuestos productos gratuitos tienen muchas limitaciones y la verdad es que vale la pena comprarse la versión comercial si uno piensa dedicarse a este rubro.
Regresando a Openshot, yo aprendí a usar la edición de videos con este producto totalmente gratuito. A pesar de su versatilidad, parece sí tener algunos puntos flacos, por ejemplo, la generación del video final no es muy optimizada y deja archivos muy grandes que tardan mucho más tiempo para subirse a plataformas como Facebook o YouTube. Sin embargo, para quien se inicia le puede ser de mucha utilidad.
Una vez que el lector que use Openshot encuentre que está limitado en ciertas características, le sugerimos usar Filmora-X (https://filmora.wondershare.es/), un editor comercial, mucho más profesional, que, por menos de 15 dólares por mes, puede rentarse para usar la versión completa. Si quiere adquirir la versión para toda la vida, tendrá que desembolsar unos 70 dólares, pero la realidad es que es un producto muy bien escrito y mucho más eficiente que Openshot, que repetimos, es el mejor para aprender a editar videos, antes de meterse con productos más sofisticados.
