- Los órganos de fiscalización cada vez hacen revisiones más técnicas y la Contraloría tiene que estar preparada
- A lo largo del sexenio, seis personas han estado al frente de esta dependencia; tres de ellos panistas
A siete meses de terminar el sexenio, y con todo el trabajo acumulado de años atrás, a la Contraloría del estado lo que más le ha afectado son los continuos cambios de titulares que ha tenido, así lo consideró el actual contralor Arnoldo Hernández Gómez Palomino, quien fue el último nombramiento que hizo el gobernador Martín Orozco Sandoval.
En rueda de prensa para dar a conocer algunos de los resultados de la Contraloría en los últimos dos años, Gómez Palomino admitió que tantos cambios pudieron afectar en la labor de esta dependencia, ya que, con el paso del tiempo las revisiones de los órganos de fiscalización como la Auditoría Superior de Fiscalización (ASF) se hicieron cada vez más técnicos, y el constante movimiento de titulares no permitía mantener una estabilización para adecuarse a estos procesos.
“Cada vez los órganos de fiscalización hacen una revisión de carácter más técnico, por eso refiero que hablar de corrupción o hablar de cuenta pública no es un asunto político; ahora se ha convertido en un asunto eminentemente técnico, que le quieran dar un matiz político o utilizarlo como instrumento político, eso es otra cosa”, dijo.
A la fecha, desde que Orozco Sandoval rindió protesta en el 2016, la Contraloría ha tenido cinco titulares y con ello se ha convertido en una de las que más cambios se han hecho; primero, en el 2016 estuvo a cargo de Miguel Ángel Martínez Berumen; luego, en el 2017 fue sustituido por Martha Márquez Alvarado para que un año después entrara David Quezada Mora y, en el 2019, le siguiera el exdiputado Dennys Eduardo Gómez Gómez, quien sería sustituido por Hernández Palomino.
De los cinco personajes mencionados, tres tenían filias partidistas, pues en ese tiempo Martha Márquez pertenecía al PAN, al igual que Quezada Mora y Gómez Gómez.
Ya en la etapa final del sexenio, el actual contralor destacó que vendrá un relevo y por tanto tendrán que dejar encausado el cierre de las revisiones y las observaciones que hizo la ASF en el 2020, así como las que están pendientes de otros años atrás.
Resultados en los últimos años
Si bien en el 2020 la ASF sí emitió observaciones y aclaraciones tanto al gobierno estatal, como al capitalino o incluso a la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), mismas que deberán de solventarse o, en su caso, seguir con el procedimiento de responsabilidad y luego de sanción, Gómez Palomino compartió algunas precisiones sobre la evolución y los resultados de la Contraloría.
Uno de los puntos aclarados fue que, pese a que desde el 2018 el monto de recursos auditados al estado ha ido aumentando, las observaciones han sido cada vez menores; según datos de la Contraloría, en el 2018 se auditaron 18 mil 279.3 mdp, y en ese entonces se registraron irregularidades por 2 mil 330.9 mdp, casi una décima parte del presupuesto estatal ese año.
Luego, en el 2019 la ASF auditó 19 mil 008.9 mdp, para los cuales se detectaron 229.2 mdp de presuntas irregularidades. Por último, en el 2020, el monto auditado ascendió a 19 mil 410.4 mdp, no obstante, el monto observado con posibles afectaciones al erario fue apenas de 5.2 mdp, lo cual, aunque sea poco comparado con las otras cantidades, todavía es una cantidad millonaria que al igual que las otras debe de ser explicada y, en caso de no ser solventada, debe sancionarse a los servidores públicos implicados en las observaciones.
Hernández Gómez también destacó que el monto observado en el 2020 no tiene precedentes, pues es el menor en la historia de Aguascalientes en proporción al monto auditado.
