No vamos a entrar en detalle acerca de las diferentes corrientes de pensamiento que estallaron en el Renacimiento europeo, ante el derrumbe del monopolio de la enseñanza por parte de la iglesia Católica. Nos enfocaremos en lo esencial de nuestro propósito, que consiste en describir, de una manera sencilla lo que nos interesa que es el surgimiento del Liberalismo en Europa y su posterior implantación en nuestro Continente, en México y en especial en Aguascalientes.
EUROPA. Cuando se da un cambio de régimen económico se afectan también la política, la organización social, las formas de producción y distribución de la riqueza y las teorías filosóficas y religiosas.
Señores y siervos. Durante la Edad Media predominó el régimen monárquico, que se apoyaba en los terratenientes llamados señores feudales -que aquí conocemos como grandes hacendados- que apoyaban al rey con la producción agrícola y fuerza militar a cambio de recibir grados de nobleza.
Estos señores feudales mantenían sometidos a su control a los siervos (de servidumbre), campesinos a los que mantenían cautivos, sin recibir salario alguno, trabajando de sol a sol con sus familias a cambio de una alimentación pobre y hacinados en viviendas miserables, razón por las cuales se les llamaba acasillados, en condiciones de semi-esclavitud. Por tanto, la sociedad estaba compuesta sólo por la realeza -en la que estaban incluidos los señores feudales con grados nobiliarios- y los siervos.
La burguesía. Con el tiempo fueron apareciendo pequeños núcleos de población llamados burgos, integrados por gremios de trabajadores independientes diestros en diversas artes aparte de los juglares. Se trataba de artesanos como pintores, sastres, zapateros, dentistas, constructores y comerciantes, que vendían sus servicios a la realeza: monarcas y señores feudales.
Esta nueva clase social llamada burguesa, fue creciendo y fortaleciéndose gracias al comercio, al grado de que llegaron a poseer fortunas considerables que prestaban con interés a los monarcas que llegaban a ver disminuidas sus fortunas en encuentros bélicos o en transacciones desfavorables.
1,510 Mercantilismo. Tanto creció la burguesía, que poco antes del inicio del Renacimiento -en el que tuvieron mucho qué ver- llegaron a concentrar el manejo del dinero en instituciones especializadas -bancos- que controlaban el comercio de gran parte de Europa -la llamada Liga Hanseática con su propio sistema de líneas marítimas y caminos en cuyos cruces establecían mercados- al grado de que los señores feudales, con el apoyo de la Iglesia Católica que desconfiaba de la falta de religiosidad de los burgueses, pretendieron limitar su poder sometiéndolos a su servicio.
1523 Globalización y Revolución científica. Los grandes viajes marítimos que derrumbaron el sistema educativo de la iglesia Católica al demostrar que el mundo no estaba fijo ni plano sino que tiene forma esférica y gira sobre su propio eje y al mismo tiempo alrededor del Sol en una elipse que determina las estaciones y la duración del año, fortalecieron el propósito de las mentes avanzadas que tenían urgencia de penetrar en los secretos de la Naturaleza liberando la enseñanza de los dogmas clericales que habían mantenido aherrojada la sed de conocimiento, provocando así lo que llamamos Revolución Científica que se desarrolla a partir del siglo XVI.
1517 Reforma protestante. A la derrota de la Iglesia por la sed de saber, se suma la derrota por un sector católico que protestó abiertamente por la vida disoluta que prevalecía en el papado de Roma, más ocupado en mantener el poder político y militar del Sacro Imperio Romano Germánico que ya llevaba seis siglos dominando el mapa político europeo, pero también se había hundido en los placeres mundanos a tal grado que la grey católica europea más conocedora de los libros sagrados exigía una purificación de su iglesia que debía dedicarse a los asuntos espirituales, sobre todo en la época decadente en que estaba conducida por el Papa Alejandro VI, más conocido por su nombre español Rodrigo de Borja o Borgia. Quien encabezó esa lucha por retomar los principios originales del cristianismo en 1517 fue el monje agustino Martín Lutero, seguido por Calvino y otros sacerdotes de avanzada.
1545 Contrarreforma. El papado de Roma no aceptó la propuesta protestante y contesto con su propia reforma en la que, entre otras cosas, creó la Santa Inquisición que se encargó de castigar toda desviación mediante la tortura y la muerte por garrote vil, o el morboso espectáculo público de la horca y la hoguera.
El resultado, obviamente contraproducente para Roma, consistió en que las naciones nórdicas, que no habían encontrado la forma de sacudirse el yugo del Sacro Imperio, apoyaron de inmediato a los frailes que proponían la reforma de la Iglesia de Roma y al conocer el resultado de la Contrarreforma se opusieron y establecieron como doctrina oficial lo que se conoce como protestantismo, reduciéndose así el territorio controlado por el Sacro Imperio.
Los imperios coloniales. España fue, indudablemente, la nación más beneficiada por las grandes riquezas obtenidas en su gran imperio, extendido en la mayor parte de lo que se dio por llamar el “Nuevo mundo” al que le impusieron un nombre ajeno con el que se inició el eurocentrismo: “América”; sin embargo, llenos de oro, piedras y maderas preciosas y toda clase de riquezas que saquearon durante tres siglos, se durmieron en sus laureles y se dedicaron al “dolce far niente” que, al concluir su dominio, los dejó nuevamente en la pobreza.
En cambio, de las naciones que se independizaron de Roma la más beneficiada fue la Gran Bretaña, que se fortaleció por todos los medios -incluida la piratería- y se lanzó a la conquista de territorios en diferentes partes del mundo ya global, especialmente las cultas naciones que eran China e India. Una gran riqueza acumulada en poco tiempo elevó a tal grado el nivel de vida de su población que, en lugar de sentarse a disfrutarlo se dedicó a investigar, experimentar y encontrar nuevos sistemas de producción que la convirtieron en la primera potencia mundial.
La revolución industrial. Fue precisamente en Londres donde se inventó la primera máquina de vapor en la segunda mitad del siglo XVIII, invento que le permitió crear las primeras grandes empresas mecanizadas que redujeron los costos de producción a la vez que multiplicaron la cantidad de los productos elaborados en los talleres de tejido, en la extracción de minerales, en la industria del transporte, etc.
Los campesinos, deslumbrados por las generosas ofertas de los empresarios para contratar mano de obra, abandonaron los campos de cultivo y se concentraron alrededor de las fábricas en espera de contar con un puesto vacante pues en los hechos la demanda de trabajo resultó excesiva, fenómeno que permitía a los dueños mantener una explotación inicua por las pésimas condiciones de alimentación, higiene y seguridad en el trabajo, las prolongadas jornadas a que sometían a los obreros y los bajísimos salarios que en realidad les pagaban, fenómeno que el marxismo califica como “ejército industrial de reserva”, novedoso sistema de esclavismo laboral.
El Estado, responsable. Por otra parte, este fenómeno llamó también la atención de los intelectuales que procedieron a investigar sus causas para proponer alternativas de solución. No tardaron en encontrarse con que la causa del sometimiento del individuo a ese sistema injusto, si bien era originado directamente por el dueño de la fábrica, el verdaderamente responsable era el Estado absolutista imperante, que cerrando los ojos ante la injusticia evidente respaldaba al empresario explotador y no al trabajador explotado.
LIBERALISMO. Aquí, en el siglo XVIII, es donde nos encontramos con los primeros antecedentes de la doctrina liberal en el pensador británico John Locke, quien afirma que el titular del Gobierno no posee el poder absoluto porque lo limita el Parlamento -en el caso del sistema británico- órgano supremo del Estado en el que descansa la soberanía popular, cuyos derechos humanos debe respetar, ante todo, el monarca.
Y el barón de Montesquieu, en su “Espíritu de las leyes”, establece que el gobierno debe equilibrar el ejercicio de tres poderes que deben ser independientes entre sí: ejecutivo, legislativo y judicial, para garantizar los derechos de los ciudadanos ante el Estado.
Surgen ciencias como la Economía Política que estudian a fondo la definición de conceptos relativos a las relaciones de producción y las situaciones de justicia o injusticia que se dan en su ejercicio.
El último comentario de hoy es para la Enciclopedia, trabajo portentoso de los pensadores franceses que dieron fundamento a un fenómeno esencial en lo que se refiere a este trabajo que veremos en nuestra próxima entrega, que ya está más cerca del final.
Por la unidad en la diversidad
Aguascalientes, México, América Latina
