Estamos acostumbrados, porque ésta ha sido la tendencia durante los últimos años, a festejar todo y dedicarle un día prácticamente a todo, claro, el piano, el llamado con toda justicia y merecimiento como el rey de los instrumentos, no tendría porque ser la excepción, y así el día 88 de cada año se celebra este día en donde el festejado es ese instrumento que desde su creación, a finales del período barroco, ha sido siempre la herramienta fundamental de la composición. Ahí, sobre las teclas del instrumento se han compuesto algunas de las más grandes obras en la siempre inconclusa historia de la música.
Se ha decidido que el día 88 del año, que puede variar si es o no año bisiesto, se celebre el Día Internacional del Piano, y esto en función de las teclas que tiene el piano, así que este año 2023 fue el día 29 de marzo el señalado para celebrar a este impresionante instrumento musical, esto por iniciativa del pianista alemán Nils Frahm, y la conmemoración de este día tuvo su primera fecha en el año 2015.
Hablemos un poco sobre la historia de este instrumento que por sus dimensiones físicas y por sus características propias, tiene particularidades que lo hacen único.
Tenemos evidencias de que los orígenes del piano nos llevan al siglo XVIII por iniciativa de Bartolomeo Cristofori, él fue quien le dio la forma en la que lo conocemos actualmente, lógicamente el piano no surgió como generación espontánea, es consecuencia de una serie de modificaciones y gradual perfeccionamiento de instrumentos que lo antecedieron, como el monocordio, la zanfona, el escaque, hasta llegar finalmente al clavicordio que es el antecedente directo al piano como lo conocemos actualmente, aunque es importante destacar que el piano no sustituyó a la clave, este instrumento sigue utilizándose no solo en obras barrocas, algunas composiciones contemporáneas también hacen uso de la clave o clavecín.
En el siglo XVIII, sabemos que Johann Sebastian Bach conoció un prototipo de piano fabricado por Gottfried Silbermann, la historia de la música nos dice que Bach nunca se sintió satisfecho con el instrumento y le sugirió a Silbermann algunas modificaciones que el constructor aceptó no de muy buena gana, pero finalmente no era cualquier persona quien le hacía esas sugerencias, se trataba del maestro Johann Sebastian Bach, el padre de la música.
Pues bien, sabemos que gran parte del repertorio para instrumentos de teclado, órgano o clavecín, del período barroco, han sido llevados en la actualidad al piano, se me ocurre pensar en este momento, por ejemplo, en los conciertos para clave de Bach que ya en el siglo XX fueron llevados al piano. Mira, yo siempre me he considerado un melómano purista y me cuesta trabajo aceptar algunas cosas, entre ellas que Bach sea interpretado en piano, pero mi punto de vista cambió radicalmente cuando escuché conciertos para clave de Bach interpretados al piano por el maestro Glen Gould, él me demostró que Bach puede interpretarse al piano dignamente sin perder nada de su esencia y naturaleza.
Debemos ubicar ya en el siglo XVIII las primeras composiciones para piano, según algunos musicólogos, debemos marcar el año de 1732 con las 12 sonatas de Lodovico Giustini que llevan el nombre de Sonate da címbalo di piano e forte detto volgarmente di martelletti, es decir: Sonatas para piano y forte címbalo vulgarmente conocidas como martillos. Pero mira, la verdad es que no pretendo hacer un repaso a todas las obras compuestas para este instrumento, el espacio no es suficiente, ya sabes, es posiblemente el instrumento musical para el que se ha escrito más música, quizás sólo con la competencia del violín.
Dentro de la historia de la música tenemos grandes compositores que han sido inmaculados ejecutantes del piano, o quizás al revés, grandes pianistas que han trabajado también en la composición, y en este rubro, imposible no mencionar a Mozart, por supuesto Beethoven, que además de gran compositor, virtuoso pianista y director de orquesta, ha sido uno de los más grandes improvisadores que registra la siempre inconclusa historia de la música. También hay que mencionar a Franz Liszt, creador del poema sinfónico y que tradujo en piano las nueve sinfonías de Beethoven. También en el siglo XIX es imposible no mencionar a Robert Schumann, Johannes Brahms o por supuesto, Friedrich Chopin. Ya en el siglo XX tenemos a Bela Bartók, Sergei Rachmaninov y Sergei Prokofiev, y la lista podría seguir generosamente.
En cuanto a los pianistas, y hago la aclaración que esto no es más que un asunto de gustos personales, citó a Vladimir Horowitz, posiblemente el más grande intérprete del Concierto para piano No.3 de Rachmaninov, por supuesto, al ya mencionado Glen Gould, Maurizio Pollini, Vladimir Ashkenazy, me gusta especialmente su versión de Cuadros de una Exposición de Mussorgsky en su versión original para piano solo. En México, por supuesto, tenemos grandes pianistas, Alberto Cruzprieto, Mauricio Nader, Héctor Infanzón, Eugenio Toussaint, Alex Mercado, y muchos más que por espacio y descuido no mencionó.
El piano es un instrumento que tiene un papel protagónico en diferentes lenguajes musicales, obviamente en la gran música de concierto, es uno de los pilares fundamentales, pero el jazz resulta prácticamente incomprensible sin su participación, y en el rock tiene argumentos muy sólidos para destacar también como indiscutible protagonista, ahí tenemos grandes pianistas y compositores como Keith Emerson, Riock Wakeman, Brian Eno, Tony Bank,s Tony Pagliuca, en fin, la lista es igualmente interminable.
Hoy recordamos a su majestad el piano, el rey de los instrumentos.
