Jan Espinosa Teubel, actual director del Instituto Municipal de Vivienda (IMUVI), aclaró que el adeudo del pago de los servicios de relaciones públicas prestados por Adriana Guerrero es responsabilidad de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (CANADEVI), deslindándose de la falta del pago de 120 mil pesos por la organización de la “Expo Mi Casa 2007”, cuando él era el presidente de dicho organismo.
Dando seguimiento a la denuncia que hiciera Adriana Guerrero a esta redacción por medio del Correo Ilustrado, donde se señala a Espinosa Teubel como uno de los responsables de que no se le liquidaran sus honorarios por servicios prestados desde 2007. Por ello se buscó a las partes involucradas a fin de clarificar la situación.
El director del IMUVI reconoció que Guerrero prestó sus servicios para la CANADEVI y organizó a petición de él mismo la exposición de vivienda, pues ya se había encargado de hacerlo en ediciones pasadas con buenos resultados.
Explicó Jan Espinosa que el desencadenante de la controversia del no pago, se debió a que Guerrero, como parte de sus responsabilidades, debía obtener el permiso de la Secretaría de Gobernación (SEGOB) para hacer la rifa de un automóvil entre los asistentes. Permiso, que dijo, finalmente no obtuvo y generó problemas con la SEGOB, por lo que se inició un proceso de investigación en la Procuraduría General de la República (PRG), que hasta la fecha está vigente.
Detalló que por el inconveniente con el permiso, se determinó que Adriana Guerrero había faltado a sus responsabilidades como organizadora externa del evento de la CANADEVI, por lo que sólo le pagarían la mitad de sus honorarios.
Aseguró que el asunto del adeudo no se ha resuelto por la poca voluntad para el diálogo de la implicada. Refirió que, debido a los problemas financieros de la CANADEVI por efectos de la crisis económica, Espinosa Teubel, pese a que ya no tiene nada que ver con la administración de la cámara, ofreció prestar 60 mil pesos al organismo a fin de que le liquidaran el pago.
Finalmente lamentó que Guerrero quiera personalizar el asunto, señalándolo como el responsable e indicó que, hasta el momento, él no ha sido notificado de la audiencia que se llevará a cabo en el Juzgado octavo de lo Civil.
Adriana Guerrero asegura por su parte, que siempre ha estado dispuesta a negociar los términos de la denuncia y que ha preferido siempre la vía del diálogo. Incluso, comenta que en una audiencia con Juan Carlos Rodríguez, —quien fuera sucesor de Jan Espinosa al frente de la CANADEVI—, éste la invitó a contactar directamente con Espinosa con el fin de llegar a un acuerdo.
Guerrero reconoce que su demanda es en contra de la CANADEVI y no en forma personal contra Espinosa. Sin embargo, reclama que dé la cara frente al asunto, puesto que era su presidente en aquél entonces. En una reunión, asegura Adriana Guerrero, le fueron ofrecidos 80 mil pesos para saldar la deuda, cuando lo que ella reclama son 120 mil pesos. Es decir, le estaban rebajando en un cuarto su petición. Espinosa aseguró por su parte que el ofrecimiento fue de 60 mil pesos. Según sus palabras, fue una maniobra de negociación para “ver cómo se protegía”. El acuerdo al que llegaron fue que le pagarían esa cantidad, siempre y cuando fuera en las fechas acordadas. De no ser así, Guerrero exigiría el cien por ciento del pago. El pago se iba a hacer bajo el testigo de un juzgado, sin embargo, el día acordado los representantes de la CANADEVI no aparecieron, según cuenta Adriana Guerrero.
En cuanto a que Adriana Guerreo es responsable de los problemas que tiene la CANADEVI con la PGR, ella declara que fue un asunto del que se encargó mientras trabajaba para la Cámara, pero que no está involucrada en los problemas legales que hayan tenido hasta la fecha. “Ellos alegan que el noventa por ciento de mis servicios que yo presté estuvo bien, pero el diez por ciento restante estuvo mal y por ende, no me van a pagar nada”, declara Guerrero, y afirma que “en esos términos, no es lo más profesional, ni lo más válido”. Con este argumento asegura, la están “amedrentando” para que de alguna forma “relaje” su objetivo.
Hasta la fecha, resalta Adriana Guerrero, no ha recibido ninguna llamada ni acercamiento por parte de la CANADEVI para solucionar la demanda pendiente. No obstante, asegura que su relación con el actual presidente de la Cámara, Raúl Ortega, es de “conciliación”.
Guerrero defiende que ella sí inició el trámite de licitación de la rifa para Expo Mi Casa 2007, pero el permiso nunca llegó por trámites burocráticos. La demandante afirma que las negociaciones para solucionar la denuncia han sido “muy vagas y ambiguas”. Para finalizar, ella expresa su descontento en que “si representan a un organismo empresarial que se rige por unos estatutos y un reglamento, poner tu víscera y tus ideas por delante, sin tener en cuenta a quién estás representando”, constituye una actuación “muy personal”.
