- Se empeñan en la instrucción y no en educarnos como sociedad: Gutiérrez Lozano
- Se necesita un modelo que cumpla con los requerimientos del siglo XXI
Foto: Víctor Pérez / Archivo LJA
La Reforma Educativa que ha sido aprobada por parte del Legislativo federal deja muchos puntos en suspenso, pues no se llega al fondo de algunas situaciones que se contienen dentro de ella y continúa impulsando un modelo que no nos ha permitido encontrar el desarrollo que como nación necesitamos. Se queda únicamente en el cumplimiento del compromiso electoral que en su momento asumió Enrique Peña Nieto en la pasada campaña electoral, indicó para La Jornada Aguascalientes José Luis Gutiérrez Lozano, presidente de la Fundación Ahora.
Los puntos que principalmente deberían ser reformados en materia educativa, son primero, la manera en que se maneja el Sindicato (SNTE), el cual ha sido, para varias generaciones de mexicanos, un coto de poder político y no un mecanismo con el que se garantice la estabilidad del país; y en segunda instancia, esta Reforma viene a subsanar algunas problemáticas operativas, mas no el que se permita que la educación en México evolucione hacia nuevos espacios, tal y como lo demanda el siglo XXI.
Con esta reforma tampoco se da la garantía de que se abra la posibilidad de llegar a nuevas opciones, para que la educación sea integral, pues sólo se cuenta con la intención de centralizarla, siendo que la educación demanda todo lo contrario. Además, no se debe perder de vista que esta reforma deja abierta la posibilidad de que por falta de calidad en el sistema educativo, que debe proporcionar de forma gratuita el Estado mexicano, las instituciones de educación privada cada día sean una mejor opción para los padres de familia y que por ende prolifere la instalación de las mismas, en las que imperarán los intereses económicos, como los de la Iglesia, y reitera que con esta Reforma Educativa no se garantiza la educación por parte del Estado mexicano.
La Reforma Educativa tampoco garantiza la posibilidad de crear nuevas bases para el conocimiento, lo cual parte de la creación de nuevas estructuras mentales, mismas que requieren una educación integral, “seguimos dándole prioridad a la instrucción, por encima de la educación… pues nos es más importante saber hacer las cosas, que vivir en sociedad”. Asegura que no se nos ha permitido conocernos como sociedad y de la forma en que podemos convivir como tal, y también se nos ha alejado de una formación que nos haga respetuosamente críticos de la forma en que se nos gobierna, de nuestro trabajo, sobre todo de nuestro medio ambiente y de cómo lo estamos cuidando.
Con el análisis del contenido de esta reforma y sus posibles efectos, se demuestra que sólo vino a cumplir con compromisos electorales que se asumieron por parte del entonces candidato presidencial, pues de forma práctica, representa sólo el cumplimiento del expediente adquirido en campaña, pero está lejos de ser una reforma real, ya que sólo se hacen cambios que no representan una reforma como tal.
