Mi cuerpo es mío, por lo tanto lo que haga con él es mi problema. Si me quito un brazo es mi problema. Si estoy embarazada y no quiero al bebé, es mi problema, que lo aborte y él muera ése es su problema.
Sí está bien que escribamos en nuestra libertad de expresión, pero también está bien que aquellos que leemos a otros que usando la suya, escriben, recibamos una información veraz. La información siempre debe buscar la verdad de las cosas. Dicen que nada hay más impactante que la verdad misma.
Antier, los diputados del congreso local, presentaron en la comisión de la familia, una iniciativa para modificar la constitución, buscando darle personalidad jurídica al no nato. La intención de dicha iniciativa es modificar el artículo dos de la constitución local, para que el no nato reciba la protección de Estado.
Así se contesta parcialmente una de las preguntas de mi comentario del viernes pasado, cuando cuestionaba si Aguascalientes tendría una ley que proteja la vida de los más débiles. Y aunque aún no se ha concretado, es mi deber decir e insistir que esta ley no es un capricho unilateral, sino el deseo de miles de personas en el estado y en el país, que nos hemos dedicado a demostrar que el deterioro del tejido social se ha provocado entre otras razones, por ir permitiendo poco a poco, que la sociedad se trague a sus miembros.
Por otro lado, es necesario buscar la verdad. En primer lugar, en la última asamblea general de la ONU la LXVII, se aclaró —otra vez para el que le quedaron dudas— que el aborto no puede ser, ni será un derecho sexual y reproductivo (esta forma fácil y oculta de nombrarlo). Asimismo, se aclaró que tampoco el aborto puede ser un derecho humano (¿un derecho humano para quién en todo caso?). Eso no lo digo yo, lo dice la ONU y es para evitar que se sigan usando estos discursos de que cuando se busca proteger la vida, se están violentando “tratados internacionales”.
Otra noticia que es necesario revelar que en La revista mexicana Ginecología y Obstetricia de México se publica y avala la investigación multinacional -México-Estados Unidos-Chile-, y encabezada por el Dr. Elard Koch para desenmascarar las cifras que durante años, se inflaron en relación a las muertes maternas por aborto, particularmente a nivel internacional por el Instituto Guttmacher —financiado por la organización abortista Planned Parenthood— y en nuestro país por el IPAS México, quienes manipularon la información para hacer notar que había miles de muertes por abortos clandestinos —argumento siempre usado para la despenalización del aborto en el DF— y que con ello siguen logrando no sólo avances políticos sino sumas millonarias en un negocio de muerte.
Una aclaración más. Este tema —de la defensa de la vida— es un asunto social, familiar, cívico, no es un tema de equidad de género, porque para empezar las mujeres no se embarazan solas y que haya abortos nos afecta a todos. La respuesta no será sólo una ley integral, sino un proceso rehumanizante que se sobreponga a esta guerra de falsas libertades en que muchos han sido víctimas. Deberíamos mejor enfocarnos a fortalecer la iniciativa presentada para que sea lo más completa posible, y nunca se castigue a nadie por este tema, y sí se eduque a muchos para erradicarlo.
No es con mentiras como acabaremos los males de la sociedad. Es con verdades. Y la verdad es que atentar contra los seres humanos —guerras, hambre, violencia, etc.— no nos ha traído más que problemas más severos. Resulta pues que queremos acabar con el feminicidio, la violencia intrafamiliar, el homicidio, la delincuencia, el machismo, pero eso sí, abortar. ¿No le parece que hace falta un tanto de congruencia?¿ Con qué cara le hablan los defeños a sus hijos pidiéndoles igualdad y buen trato a las mujeres, y les piden a sus hijos que no sean “machistas” si allá se atreven a matar “legalmente” a sus ciudadanos? ¿Con qué cara les piden a los ciudadanos que no cometan delitos? No puede haber justicia donde la primera injusticia se encuentra en el derecho fundamental de la vida.
Felicito a los legisladores que valientes le han entrado al tema fundamental de la existencia, porque si queremos que el tejido social mejore, sólo con acciones como éstas —no con palabras— es como se logrará, se llama optimismo y por ahí se comienza, no digo que sea el paso definitivo, pero para mejorar hay que dar el primer paso.
@comandanteserra




