Mientras presume cifras récord y una salud financiera robusta, Microsoft confirmó un nuevo recorte de personal que afectará al 3% de su plantilla global: más de seis mil empleos eliminados en todos los niveles, áreas y regiones. Esta decisión ocurre en uno de los momentos de mayor bonanza reciente para la compañía, con ingresos netos trimestrales de 25,800 millones de dólares y acciones que alcanzaron su pico más alto del año.
El anuncio, hecho este martes, marca el mayor ajuste desde 2023, cuando se suprimieron 10 mil plazas, y se da semanas después de que Microsoft reportara ganancias que superaron ampliamente las expectativas de Wall Street. En esta ocasión, la empresa enfatizó que los recortes no están vinculados al bajo rendimiento individual, sino a una reorganización estructural que busca, según el portavoz Pete Wootton, “posicionar a la empresa para el éxito en un mercado dinámico”.
La medida impactará áreas estratégicas, incluida LinkedIn, y responde a una estrategia centrada en “reducir niveles de gestión” y aumentar la agilidad, de acuerdo con declaraciones de la directora financiera, Amy Hood. La ejecutiva subrayó que se está apostando por “equipos de alto desempeño” con menos jerarquías intermedias, una idea que resuena en otras grandes tecnológicas que también han iniciado procesos de reconfiguración interna.
Los despidos se suman a una ola generalizada de ajustes en el sector tecnológico durante 2025. Amazon, CrowdStrike y otras firmas han eliminado puestos en busca de mayor eficiencia, muchas de ellas justificando las decisiones con argumentos similares: exceso de capas directivas o menor rendimiento en áreas específicas. Sin embargo, el contraste entre la narrativa oficial de “optimización” y los ingresos millonarios genera dudas sobre la sostenibilidad social de estos modelos de crecimiento.
Aunque el CEO Satya Nadella había advertido desde principios de año sobre una reorganización de las estrategias de ventas, sobre todo tras detectar un crecimiento más lento en el área de Azure sin IA, lo cierto es que el segmento de inteligencia artificial sí ha superado las proyecciones internas, lo cual hace aún más difícil justificar públicamente este tipo de ajustes.
En un entorno global donde las big tech capitalizan su dominio de mercado pero externalizan los costos sociales de sus decisiones, los despidos masivos en Microsoft no sólo impactan a sus trabajadores, sino que revelan una tensión cada vez más marcada entre rentabilidad corporativa y responsabilidad laboral. Las acciones de la empresa, por lo pronto, apenas lo han resentido: tras tocar su punto máximo anual el lunes, sólo registraron una mínima caída del 0.07% al día siguiente.
Más allá de los balances financieros, el ajuste de Microsoft confirma una tendencia donde las grandes tecnológicas reestructuran a costa de su fuerza laboral, incluso cuando los indicadores bursátiles sonríen.




