Desde hace más de dos semanas, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) mantiene un plantón en el Zócalo de la Ciudad de México que ha provocado la suspensión de clases en al menos 79 escuelas de educación básica. Aunque esto representa solo el 1.79% del total de primarias en la capital, cientos de estudiantes se han quedado sin actividades escolares y, según sus dirigentes, no habrá reposición de clases.
Pedro Hernández, líder de la Sección 9 de la CNTE, argumenta que la lucha no es únicamente por derechos laborales, sino por los estudiantes como “futuros trabajadores”. Para él, la protesta es también una clase de dignidad. Pese al paro, los docentes siguen recibiendo su salario completo y confían en que no habrá represalias por parte de la SEP ni de la presidencia, con quienes dicen tener acuerdos tácitos.
Mientras tanto, el Gobierno federal ha urgido a que se garantice un cierre digno del ciclo escolar, que tiene apenas 33 días restantes. La administración de Claudia Sheinbaum presentó cinco propuestas clave al magisterio para resolver el conflicto: una reforma gradual en la edad de jubilación, una revisión integral del sistema de pensiones, la desaparición del USICAMM, comisiones estatales tripartitas y un nuevo registro de régimen de jubilación.
No obstante, la CNTE ha considerado insuficientes estas propuestas. Elvira Veleces, de la sección 14 de Guerrero, calificó de “paja” los ofrecimientos del gobierno. Exigen una mesa resolutiva directamente con Sheinbaum y la abrogación de la Ley del ISSSTE de 2007. Su objetivo es volver a un sistema de pensiones solidario, calcular las pensiones en salarios mínimos (no en UMAs), y eliminar las cuentas individuales gestionadas por las Afores.
Además, demandan la eliminación total de la reforma educativa de 2013. El anuncio de Sheinbaum de un incremento salarial del 9% y una semana extra de vacaciones fue rechazado por la CNTE, que mantiene su exigencia de un aumento del 100% al salario base.
Mientras el conflicto se prolonga, el magisterio continúa deliberando. La Asamblea Nacional Representativa prevé decidir si acepta o no las propuestas gubernamentales, pero el mensaje hacia la sociedad —en especial hacia los estudiantes— permanece dividido entre la defensa de derechos laborales y una interrupción prolongada del derecho a la educación.




