Cátedra
Poesías líricas
Por un sacrilegio con ardientes labios
y largo cabello
beben mis recuerdos
sal de llanto interno;
porque las cenizas
me siguen quemando y yo ciego
las guardo en la herida
que en mi amor enfermo
abrió la dulzura de aquél sacrilegio…
Blanca fuiste:
niña de corazón,
mujer de cuerpo;
cristalino sentir,
gris pensamiento.
Y con la cruel lluvia fugaz de año nuevo
se fueron tus ojos pintados de negro
y huyeron tus brazos que anhelos ataban
en nudos perfectos.
No fue nada malo…
no fue nada bueno.
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“Por la unidad en la diversidad”
Aguascalientes, México, América Latina




