En los torneos de poker existe un momento especial que genera tensión, nerviosismo y adrenalina a partes iguales, se conoce con el nombre de la burbuja. Este concepto, tan comentado entre jugadores experimentados, define un punto clave en el que cada decisión pesa mucho más de lo habitual. No importa si eres principiante o si ya llevas años jugando, es necesario entender qué es la burbuja y cómo afrontarla para tener más oportunidades de salir de la mesa con éxito.
La explicación amigable y rápida de la etapa de burbuja en torneos es aquel momento considerado como el límite máximo entre cobrar o quedarse sin nada. La burbuja comienza cuando falta solo un jugador por ser eliminado para que el resto de los participantes entren en los puestos de premio.
En un torneo con 100 jugadores inscritos y que paga a los primeros 15, cuando quedan 16 jugadores, se estará en plena burbuja. Esto significa que el siguiente en caer se marchará sin un solo euro y si es capaz de aguantar solo un poco más, asegurará una parte del premio.
Esa delgada línea crea un ambiente muy particular, bastante tenso. Los jugadores más conservadores suelen cerrarse y esperar a que alguien más asuma el riesgo. Por otro lado, los más agresivos ven la oportunidad de explotar esa cautela y aumentar sus fichas atacando a quienes juegan con miedo.
Practicar la burbuja desde casa
La mejor forma de entender la burbuja es vivirla. Y si no se quiere esperar al próximo torneo presencial, lo más práctico es recurrir a plataformas online que permitan recrear esta etapa en distintas modalidades. Aquí es donde entran los juegos de poker como una herramienta de aprendizaje valiosa: no solo por la posibilidad de participar en torneos de diferentes buy-ins, sino también por la amplia variedad de formatos disponibles existentes.
Hoy en día se puede practicar en sitios que ofrecen desde clásicos, como Texas Hold’em y Omaha, hasta modalidades dinámicas como los torneos PKO, partidas con dinero en efectivo, y variantes modernas como BLAST (el Sit & Go con bote sorpresa) o SNAP (poker de retiro rápido). Esa diversidad permite experimentar cómo se comportan distintos jugadores en burbujas de estructuras rápidas, lentas o híbridas, y entrenar la capacidad de tomar decisiones bajo presión.
Por qué la burbuja es tan importante
El tema psicológico y el control de los nervios juega un papel fundamental. La burbuja ofrecerá el entorno ideal para perder todo lo invertido o recuperar parte de tu entrada al torneo. Incluso los profesionales que participan en grandes series consideran vital este punto, porque pasar este instante significa tener asegurada una rentabilidad mínima y la posibilidad de aspirar a premios mucho mayores.
Por eso, muchos entrenadores y expertos coinciden en que la estrategia durante esta etapa debe ajustarse lo máximo posible. Hay que medir cada movimiento, analizar a los rivales y valorar la situación del stack (cantidad de fichas) con mucha más precisión.
Estrategias comunes en la burbuja
Durante esta fase, los estilos de juego tienden a polarizarse. Por un lado, están los jugadores con un stack corto, que suelen volverse más cautelosos porque no quieren ser eliminados en el último momento. Por otro, los stacks grandes se convierten en depredadores, empujando constantemente y forzando decisiones difíciles a quienes tienen menos fichas.
La clave está en adaptarse a cada situación:
- Si se poseen pocas fichas, el objetivo es sobrevivir, pero sin renunciar a oportunidades claras de doblar. Esperar demasiado también puede condenar a ciegas cada vez más grandes.
- Si se tiene un stack medio, lo ideal es escoger muy bien los spots y no dejar que los grandes presionen en exceso.
- Si se está en posición de chip leader, es el momento de ejercer ventaja. Subir la presión en cada mano puede dar aún más fichas y colocar a este jugador en una posición ideal para el tramo final.
Control emocional y lectura de rivales
Más allá de la técnica, lo que define a muchos jugadores en la burbuja es su fortaleza emocional. La presión suele llevar a cometer errores: pagar de más con manos mediocres, foldear oportunidades de oro o dejarse llevar por la frustración si se queda corto de fichas.
Una recomendación clave es mantener la calma, aceptar que no siempre se tendrá el control absoluto y enfocarse en tomar la mejor decisión posible con la información disponible. Observar a los rivales también se vuelve esencial para detectar quién está jugando para meterse en premios y quién está dispuesto a arriesgar, lo que suele dar una ventaja crucial.
Lo que se debe aprender al pasar una burbuja
Incluso si no se llega a la mesa final, superar la burbuja deja lecciones valiosas. Se descubre cómo manejar la presión, cuánto confiar en el juego personal y qué tan capaz se es de ajustar la estrategia en tiempo real. En definitiva, ayuda a madurar como jugador y a ver el poker como lo que es: un deporte mental en el que la paciencia, la disciplina y la observación valen tanto como las cartas recibidas.
La burbuja es una oportunidad para demostrar el temple y la capacidad de adaptación. Y, sobre todo, para disfrutar del verdadero espíritu competitivo que hace del poker un juego tan fascinante.




