- El santuario celebra su primer aniversario con 60 perritos rescatados
- Este sitio opera gracias al apoyo de la familia Flores y un equipo de voluntarios comprometidos
- María Luisa, fundadora del refugio, invita a la ciudadanía a apoyar con croquetas, cobijas y suéteres ante la llegada del frío
Durante su primer aniversario, el Santuario Corazones Libres Altruista, ubicado en la comunidad de Peñuelas, se consolida como un espacio de esperanza para 60 perritos rescatados. Su fundadora, María Luisa Escobedo, destacó que el objetivo principal del refugio es ofrecer a los animales un hogar donde se sientan queridos y libres, alejados de la idea de un albergue tradicional.
“Queremos que ellos no se sientan abandonados, que cada uno tenga su nombre, que anden sueltos, libres y tranquilos”, expresó María Luisa, quien comenzó este proyecto alimentando a dos perros en situación de calle y, sin darse cuenta, terminó creando un santuario que hoy cobija decenas de historias de rescate.
Ubicado en una zona rural, Corazones Libres se ha convertido en un refugio autogestivo que sobrevive gracias al esfuerzo conjunto de voluntarios, donadores y personas comprometidas con la causa animal. Actualmente, el santuario opera con el apoyo constante de la familia Flores -don Bernardo, Angelita y Jessica-, así como de Jorge Flores, Selena, Laurita, la señora Mari, Angie y Heriberto, quienes colaboran en la limpieza, alimentación, recolección de croquetas y atención diaria de los animales.
“Sin ellos yo no podría”, reconoció María Luisa. “Somos un equipo; cada quien tiene su función, pero todos tenemos el mismo propósito: que los perros vivan dignamente”.
El espacio, que cuenta con casitas individuales, áreas abiertas y estanques, busca ofrecer una vida digna a los animales rescatados. La fundadora hizo un llamado a la sociedad para apoyar con croquetas, cobijas y suéteres, especialmente ante la llegada de la temporada invernal, ya que los recursos son limitados y las necesidades crecen cada día.
“Créanme que no solo me ayudan a mí, sino a todos los refugios y santuarios que estamos al tope con las croquetas”, subrayó.
Además de promover la adopción responsable, María Luisa insistió en la importancia de asumir el compromiso que implica tener una mascota. “Si adoptas, es para toda la vida. No es solo mientras está pequeño. Ellos sienten miedo y tristeza cuando son abandonados”, expresó con emoción.
A lo largo de este primer año, Corazones Libres ha demostrado que el amor y la constancia pueden transformar realidades. Entre ladridos, colas que se agitan y miradas agradecidas, María Luisa y su equipo celebran un año de esfuerzo y esperanza, convencidos de que cada vida rescatada hace del mundo un lugar mejor.




