La Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica, conocida como CANIFARMA, es una institución con casi ocho décadas de trayectoria que reúne a las empresas más importantes del sector farmacéutico y de dispositivos médicos en México. Fundada en 1946, surgió con el propósito de fortalecer una industria fundamental para la salud pública, garantizando que los medicamentos e insumos que recibe la población cumplan con estándares estrictos de calidad, eficacia y seguridad.
Con el paso del tiempo, CANIFARMA se ha consolidado como un referente dentro del sistema de salud mexicano. Su labor no solo consiste en representar a la industria, sino en impulsar su crecimiento sustentable, promover la innovación tecnológica y facilitar el acceso oportuno a tratamientos para pacientes en todo el país. Actualmente agrupa a más de 180 empresas dedicadas a medicamentos de uso humano, medicamentos veterinarios y dispositivos médicos, lo que la convierte en un punto clave de articulación entre el sector privado y las políticas públicas de salud.
Para dar respuesta a los desafíos actuales, la Cámara desarrolló una Política Farmacéutica Nacional basada en cuatro ejes estratégicos. El primero se enfoca en el abasto al sector público, con acciones como el Plan Nacional de Abasto 2024–2030, mejoras en logística y distribución, y plataformas de contratación más eficientes, todo orientado a garantizar suministros suficientes y a tiempo.
El segundo eje está vinculado con los asuntos regulatorios y la innovación, promoviendo procesos más claros y ágiles, el uso de tecnologías de información para unificar trámites y la creación de condiciones que incentiven la inversión en investigación y desarrollo. Este enfoque busca que México continúe avanzando en nuevos tratamientos, dispositivos y tecnologías farmacéuticas.
Finalmente, los ejes del derecho a la salud y la política industrial refuerzan el papel de CANIFARMA como aliada estratégica del sistema sanitario. Por un lado, impulsa el acceso a tratamientos innovadores dentro del Sistema Nacional de Salud; por otro, fomenta el crecimiento económico y la competitividad de la industria tanto en el mercado nacional como internacional. En conjunto, su visión apunta a consolidar un sector farmacéutico moderno, eficiente y preparado para responder a las necesidades presentes y futuras del país.




