- Rogelio Cruz, líder en Más Protección, explicó que la promotoría forma agentes con enfoque humano, a través de la capacitación, acompañamiento técnico y preparación ante la CNSF para fortalecer la cultura de previsión en México
- Señaló que la clave para evitar problemas en indemnizaciones es una asesoría profesional desde el análisis de riesgo hasta la declaración correcta del cuestionario, con acompañamiento del cliente antes, durante y después del siniestro
- Compartió casos donde las pólizas evitaron quiebras y cubrieron tratamientos millonarios. Al respecto, destacó que la carrera es exigente, pero con propósito, estabilidad y sentido de servicio en una red de más de 400 agentes
Rogelio Cruz Palacios, Líder responsable de Casa Aguascalientes en Más Protección, conoce el poder que tiene un agente de seguros cuando hace bien su labor: proteger vidas, acompañar en la incertidumbre y evitar que una familia caiga en vulnerabilidad en los momentos más difíciles. En este sentido, comparte su trabajo y experiencia con una convicción que nace de las historias que ha visto transformarse gracias a una póliza, a pesar de que en nuestro país la cultura de la prevención aún es frágil y la palabra “seguro” provoca más dudas que certezas.
Más Protección, explica, es una promotoría de seguros que funge como puente entre las aseguradoras y quienes buscan convertirse en agentes. Su misión consiste en formar mujeres y hombres que descubran en el sector asegurador una carrera profesional, estable, humana y con propósito. La empresa funciona como una casa de preparación y acompañamiento, donde quienes deciden emprender este camino reciben capacitación, respaldo técnico, guía en su acreditación ante la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, así como una conexión directa con aseguradoras confiables.
Para Rogelio, esta labor es mayúscula: “En México hay una gran ausencia de cultura de previsión. Nuestra tarea es ayudar a las personas a entender qué es el sector asegurador y descubrir que esta carrera está en condiciones de generar ingresos, en especial la enorme satisfacción de servir y proteger a otras personas”.
La percepción que persigue al sector
Al escuchar la palabra seguros, mucha gente se aleja. Quizá por desconocimiento, desconfianza o la idea de que los seguros no pagan. En este sentido, Rogelio reconoce el reto, pero también sabe que el problema suele estar en otra parte: en la falta de asesoría adecuada. “Los seguros sí pagan”, insiste, “pero para que eso suceda necesitamos hacer una labor profesional desde el inicio”.
Explica que todo comienza con un análisis serio del riesgo, seguido de un llenado íntegro del cuestionario, momento clave donde se declara a la aseguradora la situación real del asegurado. Una declaración incompleta o incorrecta puede ser la diferencia entre una indemnización justa o una negación legítima. “Nuestro trabajo es acompañar antes, durante y después”, afirma, “un buen agente no solo vende: acompaña cuando el cliente más lo necesita”.
Ese acompañamiento, en Más Protección, se extiende incluso al área médica: asesoría en trámites, organización de documentos y guía en gestiones que para muchas personas serían imposibles de enfrentar solas.
El día en que un seguro cambió una vida
En más de veinte años en el sector, Rogelio ha visto historias que no solo justifican la existencia de los seguros: la vuelven imprescindible. Una de ellas ocurrió cuando él apenas era mensajero. Recuerda a una pareja joven cuya hija nació con un problema congénito que la obligó a pasar sus primeros meses entre hospitales, medicamentos y cuidados de alta especialidad. La familia, indecisa, estuvo a punto de no pagar su póliza. Finalmente lo hicieron, y esa decisión -aparentemente menor- significó su salvación económica y emocional.
“Ese siniestro superó los 45 millones de pesos”, relata Rogelio, “pero más allá del dinero, la póliza les permitió tener a su hija con ellos, recibir atención inmediata y tratamientos que, de otra manera, habrían sido inaccesibles”. Ese caso, como muchos otros, lo marcó profundamente: “Ahí entiendes que esta carrera tiene sentido”.
Otro ejemplo que comparte es el de una empresa joven que instalaba sistemas contra incendio. Un error activó un rociador sobre un tablero de control valuado en medio millón de pesos. Sin su póliza de responsabilidad civil, su emprendimiento habría desaparecido. Con ella, pudieron continuar. “Los seguros no solo protegen bienes: protegen sueños”, dice Rogelio.
Una carrera profundamente humana
Convertirse en agente de seguros no es sencillo. Requiere tiempo, disciplina, paciencia y una construcción de cartera que puede tomar entre tres y cinco años. Pero en ese proceso, Más Protección funciona como red de apoyo: formación, mentoría, acompañamiento en los primeros cierres, respaldo en casos complicados y continuidad para clientes si un agente decide no seguir.
La carrera, dice Rogelio, es celosa, pero también es generosa: ofrece independencia, crecimiento, aprendizaje continuo y, sobre todo, un propósito que no se agota. “Entre más ‘no’ recibas, más cerca estás del ‘sí’ que cambia una historia”, afirma.
¿Para quién es Más Protección?
“Más Protección es para quienes buscan emprender con sentido”, señala Rogelio, “para quienes desean una profesión estable en un sector que sigue creciendo año con año. Para quienes necesitan asesoría para contratar una póliza. Y también para quienes se sienten llamados a proteger a otros”.
La promotoría opera en siete ciudades de México, con una red de más de 400 agentes y cinco décadas de experiencia acumulada a través de sus socios fundadores. Su propósito es claro: rejuvenecer y fortalecer la fuerza productora del país, acercar a las personas a la cultura de la prevención y demostrar que los seguros no son un gasto, sino un acto de amor.
Héroes y heroínas silenciosos
Durante la pandemia, muchos asegurados voltearon a ver a sus agentes como nunca antes. “Fuiste mi héroe”, les decían. Ese agradecimiento, afirma Rogelio, se volvió parte de la identidad de Más Protección. Porque en los momentos más oscuros, quienes habían insistido en la importancia de una póliza terminaron siendo la diferencia entre la seguridad y la incertidumbre.
“Al final”, concluye Rogelio, “proteger es servir. Y cuando entiendes lo que una póliza puede hacer por una persona o una familia, descubres que esta carrera no es solo trabajo. Es propósito”.




