- Mina Jiménez y Andy Díaz buscan transformar la imagen de la reina de la Feria Nacional de San Marcos, destacando liderazgo, inteligencia y compromiso social más allá del glamour tradicional
- Ambas candidatas coincidieron en la importancia de visibilizar la violencia digital, invitando a conocerlas antes de emitir juicios basados en estereotipos o apariencia física
- Las aspirantes llaman a la participación en las urnas digitales municipales, fortaleciendo la identidad cultural y el empoderamiento femenino dentro de la tradición ferial hidrocálida
A unos días de iniciar la Feria Nacional de San Marcos, dos de sus aspirantes a la corona -Mina Jiménez y Andy Díaz- viven un proceso que combina tradición, profesionalismo y retos personales. Ambas jóvenes, de 25 años, representan no solo a sus instituciones, sino a una generación para la que la feria ya no es solo glamour, sino una plataforma para visibilizar el talento y liderazgo de las mujeres hidrocálidas.
Mina Jiménez, representante de la Universidad Cuauhtémoc, comparte que este proceso ha sido una oportunidad para mostrar que la mujer puede ser mucho más que una imagen pública. En sintonía, Andy Díaz -paramédico y estudiante de Protección Civil y Emergencias- reconoce que ser candidata implica una responsabilidad que trasciende lo estético: “vas a representar a un estado”. Su formación profesional, marcada por la adrenalina de salvar vidas, le ha dado la fortaleza para desempeñarse con disciplina y temple.
Ambas coinciden en que la feria se ha convertido en un escaparate para transmitir mensajes sobre equidad y participación. Jiménez destaca los avances en representación femenina en el estado, desde la gubernatura hasta posiciones legislativas, aunque reconoce que aún existe camino por recorrer: “falta visibilizar más y empoderar más, pero vamos avanzando”. Para ella, la Feria de San Marcos es una plataforma ideal para desmontar estereotipos y demostrar que la nueva imagen de la reina implica preparación, inteligencia y compromiso social.
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Además, comparten su visión sobre la violencia digital, un fenómeno que afecta con mayor intensidad a las mujeres. Díaz asegura que respeta todas las opiniones, pero lamenta que se juzgue sin conocer: “es triste que se ataque por apariencia sin ver lo que hay detrás”. Aunque admite leer algunos comentarios, evita responder para no caer en dinámicas que alimenten la agresión. Por su parte, Jiménez señala que la valentía del teclado ha amplificado estas conductas, pero prefiere no engancharse y enfocarse en quienes la apoyan. Ambas invitan al público a conocer a las candidatas antes de emitir juicios, pues estar en esta posición también requiere fortaleza emocional.
En lo personal, las dos coinciden en que la feria es parte esencial de la identidad cultural del estado. Jiménez afirma que su lugar favorito es la Isla San Marcos, un espacio que reúne actividades para todas las edades y que representa la esencia de la tradición ferial. Díaz, por su parte, disfruta la dualidad de su vida: la profesional -llena de emergencias, radios y ambulancias- y la pública, donde representa a miles de mujeres que enfrentan desafíos similares.
De cara a las votaciones, que se realizarán este fin de semana en los 11 municipios mediante urnas digitales, ambas candidatas llaman a la participación ciudadana. Aseguran que estarán presentes promoviendo el voto, aunque no cerca de las urnas. Jiménez, quien representa el color verde, y Díaz, distinguida por el color rojo, invitan a seguirlas en redes sociales y a mantenerse informados a través de las plataformas oficiales del Patronato.
Con entusiasmo, disciplina y un mensaje claro de empoderamiento, ambas jóvenes avanzan en un proceso que, más allá de la corona, ya las coloca como referentes de una generación que busca cambiar paradigmas.
