- A pesar de que se firmó contrato, el “patrón” sigue sin otorgarles los beneficios
- De último momento decidieron acudir ante la Junta de Conciliación
Los trabajadores de la empresa 4000-Taxi, quienes se dedican a la conducción de las unidades ecológicas, estallaron en contra de sus empleadores, pues continúan sin entregarles las prestaciones de ley que les prometieron hace varias semanas, y a pesar de que ya firmaron un contrato, no sirvió de nada, pues siguen enfrentando una relación laboral llena de irregularidades, con las que sólo lesionan sus derechos.
El punto de reunión de los conductores de taxi fue la calle 28 de Agosto y la avenida Madero, en el que manifestaron que lo que se acordó hace varios días no se ha cumplido, como el pago de un salario, además indicaron que continúan viviendo malos tratos de los supervisores, sufren de discriminación, pues se da preferencia a unos pocos, se les siguen dando responsabilidades excesivas, las ganancias que están obteniendo son mínimas, no se les proporcionan las herramientas necesarias para que desempeñen sus labores, entre otras irregularidades más.
En este lugar los choferes decidieron marchar hacia la plaza principal, por lo que tomaron como ruta la avenida Madero; en esta caminata aprovecharon para informar a quienes transitaban por dicha arteria, unos lo hacían caminando y otros en un par de vehículos que los escoltaban, de modo que al llegar a la plancha principal se postraron sobre la Exedra, lugar en el que replicaron su exigencia.
Posterior a la manifestación, y al aumentar la confianza en cada uno de los choferes con la respuesta y apoyo de la población, de los propios choferes de taxis rojos y de otros automovilistas, optaron por acudir ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, pues con base en la negativa en la que se han mantenido sus “patrones”, no creen que sea posible que les otorguen las prestaciones a las que se comprometieron hace mucho tiempo, situación por la que decidieron interponer la denuncia ante la autoridad correspondiente.
Foto: Roberto Guerra
