- La Reforma Energética resucita la Ley Cárdenas de 1940, abandonada en 1958 y 1983
- Denunció perforaciones de empresas extranjeras en aguas nacionales y murió por ello
El espíritu de José Ángel Conchello -quien como Manuel J. Clouthier, murió en sospechoso e idéntico accidente automotriz- permea a la Reforma Energética, al denunciar con 15 años de anticipación el saqueo petrolero que estaba sufriendo México, a la que Enrique Peña Nieto propone poner un alto, al resucitar la Ley Cárdenas, proclamada en 1940 y abandonada en 1958 y 1983, por Adolfo Ruiz Cortines y Miguel de la Madrid.
Los datos duros de la iniciativa de Reforma Energética presentada ayer al Congreso de la Unión, revelan la forma tan dispareja en cómo explota México sus recursos naturales, en comparación con su vecino del norte, evidenciada por el panista José Ángel Conchello, entonces presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, en complejos debates con José Ángel Gurría Treviño, secretario de Hacienda.
Conchello murió en 1998 al ser embestido su vehículo por un tráiler, a 10 días de haberle exigido a Gurría, hoy presidente de la OCDE, investigar la sospechosa explotación extranjera del petróleo en aguas mexicanas; pereció igual que Clouthier del Rincón, quien rechazara en 1988 el pacto de Diego Fernández de Cevallos, Luis H. Álvarez y Carlos Castillo Peraza, con las concertacesiones de Carlos Salinas.
Desde marzo de 1996, Conchello exigió a la Secretaría de Relaciones Exteriores que informara sobre la perforación de un pozo en el Golfo de México, a cargo de cuatro compañías estadounidenses; existía la sospecha de que podrían extraer hidrocarburos del subsuelo patrimonial mexicano.
En 1997, durante las negociaciones bilaterales, no sólo salió a relucir la “inexistencia” de la isla Bermeja, sino que trascendió que compañías estadounidenses perforaron pozos petroleros en territorio mexicano; esa isla fue parte de Yucatán y figuraba entre los mapas nacionales e internacionales, lo curioso es que desapareció del mapa entre 1940 y 1977 y en la actualidad, físicamente no se encuentra y se oculta su existencia en las élites gubernamentales.
“Lamentablemente nunca se hizo mucho alarde, se ocultó información o se destruyó y se saboteó a quien denunciara los hechos, como lo fue para José Ángel Conchello. Este senador denunció los trabajos de perforación en el Golfo por la empresa Reading and Bates Corp. Pero falleció tres años después y su investigación desapareció”, declaró al periódico La Jornada la activista ecologista Fabiola Osorio, quien fue asesinada el 7 de junio de 2012.
http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid=20120229164005AAJXTmB.
Anunciaron la muerte de Conchello, Felipe Calderón, Fernández de Cevallos y Luis H. Álvarez.
La iniciativa de Reforma Energética presentada ayer por el Gobierno Federal dice que “México aún está por detonar su potencial en yacimientos de este tipo y por aprovechar sus beneficios”.
Aborda datos comparativos y contundentes: Estados Unidos otorgó el año pasado 9 mil 100 permisos de perforación a 170 empresas, México perfora sólo tres pozos. En aguas profundas de más de 500 metros, EU perforó 137 pozos, y México apenas seis; para EU trabajan 70 empresas, para México sólo una.
México empezó a perforar a más de mil 500 metros en 2011 y lleva cinco frente a 52 de EU.
En gas natural, las importaciones han crecido considerablemente en los últimos 15 años; entre 1997 y 2012 subieron de 3 por ciento a 33 por ciento. Al 31 de diciembre de 2012, la infraestructura de gasoductos contaba con una longitud de 11 mil 131 kilómetros y una capacidad para transportar aproximadamente 5 mil millones de pies cúbicos diarios. De 1995 a la fecha, la extensión de la red de gasoductos en México se ha incrementado sólo en 18.3 por ciento (mil 789 kilómetros). Es decir, cerca de un punto porcentual al año.
En México, en 2012, se contaba con una producción diaria de 2.5 millones de barriles de petróleo crudo y sólo se refinaron 1.2 millones de barriles al día, se importa casi la mitad de las gasolinas y una tercera parte del diésel. Mientras que en 1997 las importaciones de gasolinas representaban el 25 por ciento del consumo nacional, para 2012 alcanzaron el 49 por ciento.
En detalle, la iniciativa da cuenta de la inconsistencia de la actual legislación petrolera: “el espíritu de las reformas cardenistas fue nacionalista sin duda, pero también modernizador, visionario y pragmático. Un elemento fundamental de estas reformas fue que garantizaron la propiedad y rectoría del Estado en el control de los hidrocarburos, al tiempo que contemplaron la participación del sector privado en diversas actividades de la industria”. Es decir, no se busca nada distinto a la expropiación y legislación del presidente Lázaro Cárdenas.




