Como les comentaba la semana pasada, pasé un poco más de una semana en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, básicamente dedicada a fotografiar portadas y contraportadas de libros que me gustaría conseguir más adelante. Ya les compartí aquí algunos de los títulos que llamaron mi atención y hoy continuaré con el ejercicio, pensando que quizá algunas de estas recomendaciones puedan ser opción para regalos de navidad o propósitos lectores personales para 2014. Como les decía, no leí completo ninguno de estos libros -y de muchos sólo pude ver la contraportada o unas pocas páginas- por lo que cabe la posibilidad de que resulten menos buenos de lo que intuí. O muchísimo mejores, ¿quién sabe? Así, pues, sin más prolegómenos paso a las recomendaciones:
- Comienzo con un libro de zombis: Ellas se están comiendo al gato, de Miguel Ángel Manrique, publicado por Taller de edición. Rocca. Al parecer, retoma la mitología de George Romero pero trasladada a una ciudad latinoamericana, y, por lo que pude ver, juega con la oralidad y los “testimonios”. No está etiquetada como juvenil, pero me parece que un adolescente ya con cierto hábito lector no tendrá ningún problema con ella. Me pregunto, eso sí, si se conseguirá en nuestro país.
- Caballitos del diablo, de Francisco Haghenbeck e ilustraciones de Bernardo Fernández BEF, edición de B de blok. La historia es la de un niño de diez años que tiene que huir de la ciudad de México. Su papá y su abuelo se lo llevan a la jungla, donde tendrá muchas aventuras. La forma de narrar de Haghenbeck es, por sí misma, garantía de calidad; y si encima tiene ilustraciones de BEF es, sin duda, una apuesta segura. Y este sí es fácil de conseguir.
- Mitología griega. Héroes, de Vicente Aldrete, editorial Delfín. Me llama la atención este libro porque en él su autor, gran entusiasta de la mitología griega, platica la historia de muchos de los héroes de una manera amena pero sin expurgar las historias ni infantilizarlas.
- Favole, de Victoria Francés, en edición de Norma. Estaba retractilado así que sólo pude ver las tres portadas (sí, es una trilogía). Y con eso tuve: son libros de gran formato, pasta dura y hermosas ilustraciones. De hecho, su mayor fortaleza, según entiendo, son precisamente las ilustraciones; y los textos son básicamente apoyaturas. Ideal para los más darketos de la casa, sean adolescentes o adultos. O adultas, claro.
- El gato con botas, de Charles Perrault, en edición de Nordicalibros. Un cuento clásico, contado a la manera clásica de Perrault, pero con unas ilustraciones oscuras y muy elocuentes, realizadas por Javier Zabala, que lo vuelven deseable incluso si uno ya se sabe la historia de memoria o la tiene en otra edición. Además, es una edición muy madura, como para lectores mayorcitos que no quieren renunciar a los cuentos que poblaron su infancia. Además es edición bilingüe. ¿Qué más quieren? Lo encuentran en México distribuído por Sexto Piso.
- La oveja eléctrica y la memoria del universo, de José Gordon, con ilustraciones de Micro. Una historia de divulgación científica, ciencia ficción y aventuras. Dos niños que tienen que salvar la memoria del universo, que se aloja en una oveja eléctrica atacada por un virus. Personajes reales como Gabriel García Márquez y el nobel de física George Smoot son sólo algunos de los que ayudarán a los protagonistas. No sé ustedes, pero yo ya lo quiero leer. Lo publicó Sexto Piso en coedición con Conaculta.
- Los seis barbudos, de Mar Pavón y Vitali Konstantinov, publicado por OQO Editora y distribuido por Colofón. Este lo leí enterito, y dos veces. De entrada podría parecer el típico libro para enseñar a los niños a contar; pero tiene mucho más: ilustraciones delicadas y llenas de detalles, un final sorpresivo y mucho sentido del humor. Me gustó, sí, para alguien peque que aprende a contar, pero para el resto de su familia también.
- El gato de humo y otros felinos extraordinarios, de Luis Bernardo Pérez, publicado por SM. Un libro de cuentos, dirigido a niños y niñas a partir de 9 años. Nada más por los títulos de los cuentos dan ganas de hincarle ya el diente: están el gato blanco y el gato negro, pero también el gato-tigre, el gato XT3007 y el gato de humo, claro. Seguro estará en su librería de confianza.
- La gran sorpresa de la feria fue, para mí, el botadero de libros de Anaya: tenían algunos de Gianni Rodari y uno de Elena Fortún, mi autora favorita de la vida. La buena noticia es que estaban muy baratos; la mala, que obviamente se estaban deshaciendo de ellos y probablemente no se les encuentre con facilidad. Pero si se los llegan a topar en algún lado, no lo duden: Rodari y Fortún son grandes autores.
Hasta aquí con mi lista de deseos para esta temporada. ¿Cuál es la de ustedes?
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