De plano, esto que pasa en México me hace pensar que nuestro país tiene la capacidad de desdoblarse en dos o quizá tres dimensiones con todo y habitantes. Mientras que en Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Veracruz, Estado de México, Morelos y Jalisco aparentemente la sociedad toma el control de la seguridad y se defienden del crimen organizado, Carlos Slim Domit habla sobre uno de los deportes más elitistas que existe en el planeta y lo que debemos esperar de Checo y Esteban.
La mayoría de las capitales de los estados están en aparente calma, turismo, música y cultura en la próxima Cumbre Tajín 2014, aficionados ansiosos por conocer al campeón de la NFL, expectativa por saber el resultado del futbol nacional, entretenimiento, distracción, más entretenimiento, más distracción, la dosis que receta la alta esfera para mantener la estabilidad social de un pueblo poco preparado.
Y eso no es todo, tenemos que sumarle los mensajes tan confusos que los vecinos incómodos nos hacen llegar. Cuando usted está tratando que su hija o hijo no fumen tabaco y usted lo consume, obvio evita hacerlo frente a sus retoños, algo similar pasa a gran escala con los que habitan el norte del continente pero a la inversa, es decir, mientras que nosotros estamos en una lucha cruenta ocasionada por el crimen organizado, ellos, los gringos, legalizan la marihuana para fines de esparcimiento en Colorado y Washington, pero eso sí, fijan su postura con relación a las guardias comunitarias de Michoacán haciendo patente su preocupación por los hecho que oscurecen aquella entidad.
John Kerry, secretario de Estado del país de las barras y las estrellas, presumió estar listos para intervenir en cuanto el gobierno mexicano lo solicite, es decir, ya tenemos quién nos haga “el paro”.
Kerry dice que “Estados Unidos está preocupado por el surgimiento de milicias para combatir a los narcotraficantes en el estado de Michoacán y está preparado a ayudar en lo que sea posible”. Mucho ayuda el que poco estorba.
Y aunque no deberíamos agradecer sus desinteresadas intensiones, el protocolo y la etiqueta dice que tenemos que ser sumisos y agradecidos con los vecinos del dinero, porque sin ellos no tendríamos un socio comercial que nos provee de casi todo lo que necesitamos.
Es como aquella definición que se puso de moda durante la guerra de los norteamericanos contra el ejército de Sadam Hussein, recuerda el fuego amigo y sus múltiples aplicaciones en la vida nacional. Cuando los políticos del mismo partido se atacaban “sin querer” a esa acción le llamaban fuego amigo (realmente es hipocresía), cuando alguien sin querer dañaba a su compañero entonces era fuego amigo.
Entonces podemos aseverar que somos víctimas del fuego amigo de los señores gringos contra los señores mexicanos, es decir, nosotros. En qué cabeza cabe legalizar la marihuana para fines de esparcimiento en dos estados de la Unión Americana cuando sus vecinos del sur se están matando (literal) por el dominio de este negocio ilegal.
Cómo es que el señor Kerry deja patente su preocupación por lo que está pasando en Michoacán cuando su gobierno promueve el uso de cannabis y remata diciendo “Washington no teme pero sí está preocupado por la situación y está preparado para tratar de ser útil en lo posible”.
Mientras el apoyo que nos ofrecen no sea un condicionante para llevar a cabo la cumbre de presidentes de los tres países que signaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) está bien, hay muchos puntos finos que se deben tratar en Toluca durante esa reunión y definir, de una vez por todas, el rumbo y la equidad del famoso tratado.
Otra vez las dos caras del México moderno, por un lado el refrendo del Tratado más desigual de la historia de este país y el costo del protocolo del mismo evento, simplemente la partida presupuestal para el área de seguridad que garantizará que se lleve a cabo el foro en paz debe ser altísima.
Y por otro lado, el pasado martes 21 de enero se registró un enfrentamiento entre grupos de autodefensa y supuestos Caballeros Templarios en “La Cofradía” y “Cancita” Michoacán.
Toda una estrategia de guerra en México sin militares ni autoridades de por medio.
Nada cambió estimado lector, a un año de la toma de posesión del actual jerarca y la Organización Human Rights Watch reportan irregularidades en el gobierno de Enrique Peña Nieto con relación a la violación de derechos humanos. Desapariciones, tortura, centros de detención, impunidad de abusos militares, libertad de expresión, migrantes, defensores de derechos humanos, matrimonio igualitario, entre otras.
Seremos pacientes, tendremos confianza, todos trabajaremos para lograr un cambio, seremos una sola nación que persigue un fin común, único y verdadero.
Y cuando desperté, el dinosaurio seguía ahí…
Qué razón tenía Augusto Monterroso.
Twitter: @ericazocar




