Aún nos faltan un poco más de cuatro semanas de campaña político–electoral, y a pesar de que en algún momento llegué a considerar ilusoriamente que podríamos llevarlo hasta el final sin sobresaltos, los últimos días me dieron la oportunidad de regresar a la realidad, y observar no sin poco desencanto, que siempre habrá quien considere que estos momentos son propicios para ganarse sus quince minutos de fama, y para lo cual son capaces de decir o hacer cualquier gran estupidez con el mayor desparpajo.
Y si no díganme qué puedo pensar de algunos que son realmente atroces y que se significan por su ligereza (que eufemístico me he vuelto), cuando de generar situaciones riesgosas se trata. Por ejemplo, lo que escenificaron un grupo de jóvenes en Querétaro al detener la camioneta en que suponían viajaba Enrique Peña Nieto, y que pudo provocar una pelea campal con los seguidores del candidato priísta, que verdaderamente se mostraron ecuánimes, porque de haber actuado de otra manera, posiblemente estaríamos hablando de algo más fuerte, que hubiera dado la nota de la semana.
Desde hace mucho tiempo algunos analistas y quien hace esta colaboración semanal, hemos venido señalando que existe un interés muy marcado de parte de algunos personajes de la política nacional, de propiciar que las condiciones de tranquilidad en que se deba llevar este proceso político–electoral se trastoquen, y ellos puedan esgrimir el argumento de que no están dadas las condiciones para llevarlo hasta el final, y con esto alterar el escenario, que hasta el momento favorece al candidato del PRI y de su aliado el partido verde, y así entrar en un proceso muy delicado, que créanme no creo que se pudiera manejar adecuadamente, y que nos daría muchos dolores de cabeza a los mexicanos todos.
Tal vez le llame la atención a alguien el que haya puesto en minúsculas el nombre del partido que va en alianza con el PRI, pero les quiero aclarar que lo hago en franca reciprocidad con el senador arturo escobar, que hace unos días de paso por esta entidad, declaró “que sería menos doloroso votar por Peña Nieto, si lo hacen por el verde, que por el propio PRI”, y como nadie dijo nada, yo sí quiero decirle al senador y su partido, que si esa es su consideración, existimos muchos priístas que siempre hemos denostado de esa alianza, que no da votos, y lo único que hace es que permite colocar a algunos miembros del PRI en las candidaturas del verde, y aun así la alianza le sale cara al PRI.
Retomando el elemento principal de esta colaboración, es muy importante que se pueda colocar cada cosa en su lugar, ya que derivado del movimiento Yosoy132, muchos oportunistas han pretendido usar este movimiento auténticamente estudiantil, para tratar de llevar “agua a su molino” (y si pregúntenle a Cocoa Calderón que se quiso apuntar y le fue muy mal), o que haciéndose pasar como estudiantes tratan de provocar esquemas de confrontación que deriven en violencia.
Creo que en el segundo debate sería muy oportuno que todos los candidatos presidenciales llamen a la tranquilidad a sus simpatizantes, y alerten a la ciudadanía que existen intereses vergonzantes que pretenden trastocar el clima social para llevar a cabo las elecciones del próximo 1 de julio. Quien no lo haga, podría mandar un mal mensaje de que pudiera estar calculando que esa violencia le satisface y le ayuda en su esquema de competencia. Si bien es cierto que la inseguridad pública es el asunto que más nos preocupa a los mexicanos, también es cierto que deseamos que la misma no altere el rumbo del proceso electoral.
Nadie en su sano juicio quiere que las escenas que sucedieron en Querétaro se repitan, ya que lo mismo podría suceder a cualquier candidato, el esquema ya lo conocimos, los mexicanos en 1994, la escalada de violencia que se fue generando hasta llegar al asesinato de Luis Donaldo Colosio, y del cual tardamos mucho en recuperarnos, ya que nos mostró tal y como somos de vulnerables.
Hace unos días me atreví a subir a Facebook y Twitter un pensamiento respecto a esta situación de la violencia y la verdad la respuesta que recibí me alienta, lo que subí fue lo siguiente: “la línea que divide la protesta inteligente de la violenta, es tan frágil, que los estúpidos la rompen fácilmente”, en unos minutos tuve muchas muestras de simpatía, y de solidaridad en aras de ir en contrasentido de que esto suceda.
Desde este espacio yo conmino a los lectores de La Jornada Aguascalientes a que mostremos nuestra molestia, contra aquellos insensatos que piensan que pueden hacerse sentir teniendo a la violencia como estrategia, y a los insultos como argumentos, ya estamos cansados de tanta sangre y llanto que se han derramado sobre todo en los últimos seis años, somos un país agraviado por quienes combaten la violencia con violencia, y que nos han mostrado su falta de capacidad para innovar en el combate a los males de nuestra sociedad.
La democracia necesita que todos los ciudadanos participemos, pero no sólo en el momento de sufragar, sino en todo momento, y en especial, cuando sabemos y estamos conscientes que queremos ser nosotros quienes decidamos quién nos gobierne, y para ello debemos participar ayer, hoy y mañana.
