Estamos a pocos días de la jornada en la que los ciudadanos mexicanos inscritos en la lista nominal podremos elegir a quien fungirá como titular de la Presidencia de la República, así como a las personas que nos representarán en las Cámaras de Diputados y Senadores. En otras entidades, además, se votará por quienes sucederán en sus cargos a los actuales Poderes Ejecutivo o Legislativo locales. Por supuesto, no es asunto menor para un régimen que aspira a consolidar los procesos electorales como única vía para la renovación de los poderes públicos de manera pacífica, condición indispensable para consolidar nuestra democracia.
Efectivamente, la democracia moderna alcanza su máxima expresión en las urnas, el día de la jornada electoral. Los mayores de 18 años, de manera libre, ejercerán el derecho de votar por las que consideran las mejores opciones promovidas por los partidos políticos y coaliciones en cada uno de los cargos en disputa. Su voto será contabilizado por ciudadanos sorteados y capacitados para tal fin. En cada uno de los centros de votación habrá cuatro vecinos de los electores. Fungirán como presidente, secretario, o bien, como uno de los escrutadores con los que cuenta cada mesa directiva de casilla. Ellos son, desde las 8:00 horas –cuando inicia la instalación– y hasta que termine el conteo de los sufragios, la máxima autoridad electoral en cada una de las casillas. El ejercicio de la decisión del ciudadano está resguardado, también, por ciudadanos. Este hecho es en sí mismo una riqueza inconmensurable para la vida pública de cualquier grupo social.
Todo está listo para el 1 de julio próximo. Quienes hemos fungido como consejeros electorales en Aguascalientes -24 ciudadanos, seis en el Consejo local y seis más en cada uno de los tres distritos federales en los que se divide la entidad- hemos llevado a cabo la labor de supervisión de cada una de las etapas del proceso que dio inicio en octubre del 2011. Acudimos al llamado del IFE en septiembre del año pasado con la intención de participar como vigilantes en representación de los demás ciudadanos. De entre más de 200 solicitantes en Aguascalientes, el Consejo Local del Instituto escogió a los primeros seis; luego, la sexteta elegida, junto con el vocal ejecutivo –delegado, le dicen algunos– escogió a los 18 restantes.
Una de nuestras primeras tareas fue el seleccionar a supervisores electorales y capacitadores asistentes, la cara más cercana del IFE con los ciudadanos. Muchos fueron los que se presentaron para estos puestos; quienes obtuvieron los mejores lugares en el examen escrito, fueron luego entrevistados por nosotros, consejeros electorales, junto con personal del servicio profesional del instituto. Nuevamente, los mejores de entre ellos son quienes han tenido la oportunidad de buscar a los ciudadanos para informarles que resultaron sorteados para participar como funcionarios de casilla. También en ellos recayó la labor de capacitación de las personas que el primer domingo del próximo mes serán los responsables de recibir y contar nuestros votos.
Como consejero, no puedo más que agradecer la labor titánica de estas personas que, sin importar día u horario, entregaron las notificaciones a los insaculados, les ofrecieron la capacitación y posteriores simulacros cuando al ciudadano le acomodara. La tarea de supervisores y capacitadores asistentes no ha sido fácil: si bien los menos, se han enfrentado a quienes, por todos los medios, trataron de desdeñar su compromiso social. Cuando escribo esto, sé que todas las casillas en Aguascalientes cuentan ya con funcionarios capacitados y en constante reforzamiento de los conocimientos que les servirán para llevar a cabo de la mejor manera su labor el día de la elección. El agradecimiento no es completo si no menciono el profesionalismo de los servidores de carrera del IFE en estas y demás actividades.
Entre otras muchas cosas, los consejeros locales y distritales también hemos sido testigos de la tarea de integración de la lista nominal, es decir, del agregado de los nombres de quienes podremos votar. Asimismo, con base en la normatividad vigente, hemos tomado decisiones que han dado respuesta a las denuncias hechas por los partidos políticos en contra de otro u otros, y sus candidatos. También hemos atestiguado la llegada de las boletas electorales y su distribución en los paquetes de cada una de las casillas, procesos observados por los elementos del Ejército Mexicano, quienes están a cargo de la vigilancia de las bodegas donde se resguardan.
Por otra parte, hemos presenciado los simulacros de los sistemas que funcionarán el domingo 1 de julio: los que darán información oportuna sobre la instalación de casillas, los que funcionarán para que contemos con resultados preliminares -no definitivos- a través del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP), y los que darán sustento al conteo rápido autorizado por el Consejo General para la elección presidencial.
Todo está listo para la fiesta del sufragio libre, directo, secreto. Funcionarios de casilla, supervisores, capacitadores asistentes, el personal del IFE, y los consejeros, esperamos que los demás ciudadanos nos acompañen en esta celebración, elemento indispensable –que no suficiente- para la democracia plena que deseamos construir.
Ricardo Chávez Pérez
Consejero Electoral del Distrito Federal II del Estado de Aguascalientes




