Ya en ocasiones anteriores se ha abordado en esta columna la relación entre la ciencia y el arte. Parece que a fin de cuentas, el científico y el artista, comparten la necesidad de expresar su interpretación del mundo que le rodea, y lo que marca la distinción entre ellos es el lenguaje por el que opta al momento de compartir su introspección. En múltiples y afortunados casos unos y otros hacen difusa la frontera entre el arte y la ciencia y tenemos artistas que interpretan genialmente el acervo científico y tecnológico, así como científicos que expresan primorosamente parcelas de nuestra realidad.
En este último caso se encuentran los concursos de fotografía científica que promueve el Conacyt. Este organismo emite una convocatoria anual (1) abierta a todos los ciudadanos mexicanos buscando que todos nos sumemos a la difusión pública de la ciencia, por cierto la convocatoria de este año todavía está abierta.
Este concurso ha servido para integrar la exposición fotográfica La ciencia en un click, misma que está expuesta de manera permanente en el Túnel de la Ciencia, el túnel que conecta líneas del metro en la estación La Raza de la Ciudad de México, en el que aquellos que no están sujetos al desquiciante ritmo de las actividades de esa metrópoli, pueden deleitarse por algunos minutos con expresiones muy bellas de nuestro universo en perspectivas macroscópicas, microscópicas e incluso a escala natural.
Esta exposición se ha vuelto itinerante y está en el museo de las ciencias y las artes Laberinto(2), en la vecina ciudad de San Luis Potosí. En este espacio lúdico, los niños y la ciudadanía en general pueden contemplar las maravillas de su entorno inmediato y distante captadas por los ojos de aquellos que tienen gran curiosidad y que captan la estética de aquello que nos rodea. Esta es una experiencia muy grata que todos merecen concederse y que es más que conveniente se le procure a los niños y jóvenes.
Odiseas Elytis, poeta griego y Premio Nobel de literatura en 1979, menciona que nos dicen más unos ojos nuevos que recorren nuestros territorios conocidos, que aquellos cansados que tienen la oportunidad de contemplar áreas vírgenes. Creo que esa capacidad de encontrar lo novedoso en nuestro hábitat, de reconocer lo bello en lo que nos rodea es consecuencia de un entrenamiento, y que ese entrenamiento termina por producir objetos que contienen belleza y conocimiento.
Resulta desconcertante el que tras año y medio de gestión de la nueva administración estatal, el museo de ciencia y tecnología Descubre continúe con sus puertas cerradas, que no se conozca una fecha para su reapertura, y que nuestros niños y jóvenes estén perdiendo oportunidades de acercarse en etapa temprana a la ciencia. No tenemos la exposición fotográfica, como sí la tienen Chihuahua y San Luis Potosí; será el segundo año que no tengamos curso de verano científico para niños, que fueron un éxito mientras estuvieron a disposición de la ciudadanía. Me parece un lamentable error que toda una generación de primaria se pierda la posibilidad de acceder a este tipo de museos, si la visión es conservarlo cerrado durante toda la administración.
Por lo pronto aprovechemos nuestras cámaras, ensayemos nuestras mejores tomas, afinemos nuestra redacción y hagamos equipo con nuestros niños y jóvenes para participar en este concurso de fotografía a manera de entrenamiento en la apreciación artística y científica de nuestro mundo.
(1) http://www.conacyt.gob.mx/comunicacion/concursofoto/Documents/CONCURSO_FOTO_2012.pdf
