La izquierda, cuando de política hablamos, es un elemento indispensable para la construcción de las reformas que requiere el país; además de que gobierna la capital de la República ha logrado posicionar sus ideales, sus prácticas y su modo de hacer gobierno en diversos lugares de México, en la mayoría de los casos con muy buenos y meritorios resultados.
Aún sin haberse cerrado el último capítulo de las elecciones del primero de julio, la ideología de izquierda y los ciudadanos progresistas, tienen ya a un personaje central de cara a los próximos años, así mismo lo ha dejado saber él mismo, el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard Casaubón, quien dijera que a partir de diciembre, una vez que concluya su mandato en la capital, iniciará su campaña en busca de la candidatura presidencial de 2018, a final de cuentas este proceso electoral le dejó una gran enseñanza: las candidaturas se construyen con seis años de antelación.
Desde que Ebrard Casaubón dejara saber sus intenciones presidenciales, se han creado sitios que manifiestan su apoyo, por citar un ejemplo, aparece una fan page en Facebook, con el nombre Marcelo Ebrard 2018, misma que al día cuenta con casi 43 mil seguidores, lo cual habla del nivel de aceptación con la que cuenta el todavía jefe de Gobierno, y el cual, sin duda, habrá de crecer conforme pase el tiempo y el propio Marcelo recorra el país buscando hacer equipo con la ciudadanía al recoger el verdadero sentir de los habitantes de la nación. Ebrard deberá capitalizar las oportunidades que a la izquierda se le han negado por una u otra situación, pero ¿tiene posibilidades en verdad? Todo dependerá en gran medida del trabajo de los representantes de izquierda en puestos de elección, y de cómo se mueva el ajedrez político en los próximos años.
De inmediato, y tras el resultado de este primero de julio, Ebrard se posiciona como uno de los fuertes, tras su gestión al frente del Distrito Federal que le ha dado muchos puntos, además de que políticamente ganó al posicionar a uno de los suyos como el candidato y posterior ganador absoluto de la jefatura del DF, como lo fue Miguel Ángel Mancera, pero de cara a los próximos años el trabajo deberá ser arduo y constante, ya que Ebrard no contará con ningún puesto público que lo sostenga en el aparador, además de que seguirán en la escena política mexicana AMLO y la figura de Mancera, quien deberá crecer si es que hace bien las cosas y aprovecha el escaparate que resulta gobernar en el DF. Tanto López Obrador como Miguel Ángel son personajes que por lo pronto, se puede decir, superan en recursos políticos al propio Ebrard.
Si el político tabasqueño, dos veces candidato presidencial, no se equivoca políticamente hablando, tras el fallo que entregue el Tribunal Electoral, es decir, si se convierte en lo que pretende ser; el líder de la principal fuerza opositora al gobierno de Enrique Peña Nieto, quizá la tercera oportunidad para AMLO estaría presente. Tampoco será sencillo para Marcelo pasar por encima de su ahijado político Mancera, quien podría convertirse en una figura nacional de primer orden.
Sin embargo Ebrard, como político ha demostrado ser un personaje capaz y muy inteligente, un hombre que sabe combinar el buen trabajo con la sagacidad que se requiere en esos niveles, pero sobre todo con la cercanía y el tacto ciudadano suficiente para lograr las acciones que beneficien a las mayorías, además de darles su justo espacio y respeto a las minorías.
Una vez culminado el periodo presidencial de Calderón, iniciando el de Peña Nieto y en el DF cediendo la estafeta a Miguel Mancera, Marcelo Ebrard, debe asumir una actitud de liderazgo de esa izquierda que quiere surgir y construir en el país. Él, junto con otros activos importantes de la izquierda, deberá jugar un papel importante en los próximos años.
Con algunas gubernaturas, entre ellas el DF, varios municipios, 136 diputados y 28 senadores provenientes de los partidos del Movimiento Progresista, la izquierda tiene la mejor oportunidad de su historia para empezar a construir su llegada a la Presidencia, y ésta debe ir acompañada de una figura cuyo buen trabajo y resultados están más que comprobados.
Marcelo Ebrard Casaubón buscará lograr ese “clic” que lo enganche con la gente para mantenerse vigente a partir del 6 de diciembre, día en que dijo comenzará su carrera rumbo a la Presidencia del 2018, pero sobre todo, trabajará junto con un gran equipo que estará siempre pendiente de reforzar sus aspiraciones y las de todos los mexicanos que creen en él, y hoy lo tienen como un presidenciable en espera.




