Al PRI, la derrota de sus candidatos a senadores en Aguascalientes y 11 estados más (incluido el Distrito Federal), le están complicando la existencia en la Cámara alta, donde es maltratado por las oposiciones que construyen mayorías coyunturales en los intestinos legislativos.
Previendo este desventajoso escenario, el entonces candidato Enrique Peña Nieto estaba muy molesto aquella noche del 1 de julio, cuando estaba recibiendo los primeros reportes de esas elecciones, porque le alteraban los planes de gobernar con mayorías en el Congreso de la Unión.
Las consecuencias ya se están reflejando en las primeras discusiones de las iniciativas de ley, al estar sujeto el PRI a los designios del PAN y sus trabajadores domésticos agrupados en el PRD y PT, que hacen de cada votación una mezquina victoria.
El tema de la reforma laboral y el caso de la reforma que contiene la reingeniería administrativa federal propuesta por el presidente EPN para su Gobierno, son los primeros ejemplos del accidentado viacrucis.
Para un cuate muy querido, la minoría construida con las 12 derrotas de las fórmulas senatoriales priístas (10 encabezadas por hombres) en Aguascalientes, Coahuila, DF, Guerrero, Guanajuato, Morelos, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Yucatán, no es un escenario pintado con la brocha de la fatalidad.
En el amistoso debate, al académico se le olvidó que las reformas de gran calado propuestas por el Presidente el 1 de diciembre, requieren de la aprobación de la Cámara de Senadores, en su calidad de origen o revisora.
De las 13 decisiones signadas por EPN, ocho (más del 60 por ciento) deberán merecer la venia de los legisladores: 1.Programa Nacional de Prevención del Delito: Proyecto de Presupuesto de Egresos 2013 (PPE 2013); 2.Código Penal y Código de Procedimientos Penales, “únicos y de aplicación nacional”: reforma constitucional (RC); 3.Programa de Seguro de Vida para Jefas de Familia: PPE 2013; 4.Modificación y Ampliación del Programa 70 y más, con el que se “daría el primer paso en la creación del Sistema de Seguridad Social Universal”: PPE 2013; 5.Reforma Educativa y establecimiento de las bases para el Servicio Profesional de Carrera Docente: RC y Ley General de Educación; 6.Derecho de acceso a la Banda Ancha y licitación de dos nuevas cadenas de televisión abierta: RC; 7.Ley Nacional de Responsabilidad Hacendaria y Deuda Pública, “que pondrá orden al endeudamiento de los gobiernos locales”: RC; y 8.Paquete Económico 2013, “con un cero déficit presupuestal”: Ley de Ingresos y PPE 2013.
Al listado anterior, podrían agregarse las reformas energética y fiscal, perfiladas en el conjunto de ideas plasmadas por EPN en su libro México la gran esperanza. Un Estado Eficaz para una democracia de resultados (pp. 68 y 163, respectivamente), editado por Grijalbo.
El PRI debiera observar el escenario adverso que padece en el Senado para no tejer otra derrota en las próximas elecciones locales, a celebrarse en Aguascalientes en el 2013, porque, además, está obligado a conservar la mayoría en el Congreso del Estado, por donde pasarán las reformas constitucionales iniciadas por EPN, en caso de aprobarse en la soberanía nacional.
Unas gotitas del aceite inventado por George W. Cole en 1894, 3-EN-UNO, les caerían bien a las bicicletas del triunfo —a las que aspiran subirse los candidatos a diputados locales y alcaldes priístas— para mantener lubricados los mecanismos que se requieran, después de la oxidación, corrosión, fricción y los residuos aparecidos por la derrota de los candidatos al Congreso de la Unión: Patricia Muñoz, Alfredo González, Miguel Romo e Isidoro Armendáriz, porque el PAN va con todo para arribar a la meta intermedia (alcaldía de la capital) y después a la meta final (gubernatura).
Ya con la intransigente aduana senatorial es más que suficiente para EPN y el país, que aspira a una indispensable calidad de vida, empezando por la seguridad pública, el empleo formal y el salario digno.
Porque alguien tiene que escribirlo: Percibo en el diputado Arturo González Estrada que trae un delicado problema existencial que le motiva a violentar las relaciones laborales en el Congreso del Estado, como ya lo acredité, también, en otra colaboración.
Entregarle un extrañamiento oral al experimentado secretario general del Congreso es verdaderamente ridículo, cuando hay asuntos más importantes a tratar desde la “máxima tribuna” legislativa, que de ninguna manera es un espacio para gestionar asuntos administrativos internos, cuando hay tópicos trascendentes que demandan el funcionamiento de un Poder Legislativo moderno, eficaz y competitivo.
Se le olvida al panista que el abogado Miguel Ángel Nájera Herrera hace y deja de hacer lo que sus 27 jefes le ordenan, porque deben saber ustedes que ellas y ellos, todos, se sienten los únicos propietarios del Congreso.
AGE peca de pusilánime al no tener la valentía suficiente para encarar a sus pares, a sus compañeros diputados, por las instrucciones (manzanas envenenadas) que le obsequian al docto funcionario que no se manda solo, obviamente. Pero bueno, lo que la naturaleza política niega, el cargo de elección popular no regala.
Vale recordar: el PAN conforma una pírrica bancada de tan sólo cuatro diputados que hacen minoría con el 14.81 por ciento del total de los integrantes de la LXI Legislatura, mientras que el grupo parlamentario del PRI está compuesto por 14 tribunos que construyen mayoría con el 51.86 por ciento.
Coda: Reciban el camarada Paco Aguirre Arias (director en jefe) y la jornalera banda un abrazo cariñoso por estos primeros cuatro años de existencia, de la que soy parte desde el viernes 29 de enero de 2010 que publiqué Totalmente Palacio, el primer texto (52 a la fecha), a invitación del apreciado Jorge Álvarez Máynez, director fundador.
marigra@infosel.net.mx




