Sería absurdo reconocer al feto viable como una persona para los propósitos de las leyes de homicidio y estados de muerte injusta, pero no para los propósitos de proscribir el maltrato infantil
Fallo de la corte. Estado de Carolina del sur.
Mientras en nuestro estado se discute —otra vez— la iniciativa que protege al bebé en el vientre materno desde su concepción, y se ponen de acuerdo a ver quién se cuelga las medallas, en otros lados del mundo, parece que la defensa de la vida se ha convertido en una bandera que le regresa la esperanza a una sociedad tan falto de ella.
Así, a 40 años del caso Roe vs. Wade que llevó al Tribunal Superior de Justicia de Estados Unidos a reconocer el aborto en el ámbito de derecho de la privacidad, todos los estados de aquella nación, han hecho un alto en el camino para recapitular sobre la falacia del aborto como un derecho. Es más en 2012 se aprobó el mayor número de leyes que protegen la vida desde su inicio, y tomando en cuenta la maternidad (recuérdese que hay quienes argumentan que esto atenta contra la salud de las mujeres, cosa misma que ya hemos desmentido con hechos).
Primer dato. El derecho a la vida ha recorrido un camino que en 19 estados de la Unión Americana ya restringen el financiamiento a organizaciones promotoras del aborto; regulan las clínicas abortivas; obligan a notificar a los padres de las menores de edad y obligan por ley a que se realice un ultrasonido o ecografía antes de someterse a dicho procedimiento.
Segundo dato. El pasado 11 de enero en el estado de Alabama la Corte Suprema de ese estado, tomó la decisión de reconocer al niño en el vientre como una persona que merece la protección legal —lo mismo que se busca en el estado de Aguascalientes— dejando como sentencia que los niños en el vientre están protegidos por la ley de peligros químicos del estado.
El caso de Alabama, se trató de dos mujeres (Amanda Borden y Elizabeth Ankrom) que por el uso de drogas ambas(la primera cocaína y la segunda metanfetaminas) durante su periodo de embarazo, hubo muerte de uno de los niños a los 19 minutos de nacer por “intoxicación aguda”.
La legislación de ese estado (que data del código estatal de 1975) refiere que es un crimen poner en peligro a un niño, al exponerlo a sustancias reguladas. El abogado de las mujeres argumentó que la ley de peligros químicos no se aplica a los “fetos” en el vientre. Sin embargo, la corte discrepó argumentando que la única área “legal”—que no justificable— para que a los niños se les niegue la protección legal es el aborto, de acuerdo a la ley Roe vs. Wade de 1973 (la cual ya es de todos sabido que tuvo una serie de argumentos y fundamentos basados en mentiras y en desinformación).
Un dato muy relevante: la sentencia se refirió al caso del estado de Carolina del Sur, donde en un fallo similar se determinó que “sería absurdo reconocer al feto viable como una persona para los propósitos de las leyes de homicidio y estados de muerte injusta, pero no para los propósitos de proscribir el maltrato infantil”. Y aunque en dicha sentencia no se eliminan los términos en que los abortos se dan en aquel país, sí deja una lección que es necesario comprender: en el vientre materno embarazado, siempre hay un ser humano. No se es una cosa y luego otra. Es igual de absurdo que prohibirles a las mujeres ciertos medicamentos durante su embarazo, pero permitirles abortar antes de 12 semanas.
En fin, todo parece indicar que estas leyes a favor del derecho a la vida, van teniendo un auge que nos permite divisar una esperanza de seres humanos que entienden el sentido de vivir en sociedad.
Tercer dato. El día de hoy, mientras mis tres lectores disertan sobre mi dicho, en el estado de Washington se lleva a cabo la “Marcha por la vida” (March for life) en la que se esperan según los expertos más de 100 mil personas haciendo una fiesta por la alegría de estar vivos y ser agradecidos con aquéllos que nos protegieron en su momento para poder desarrollarnos.
Yo no sé si usted tenga tiempo para unirse a una marcha como ésa. Pero una cosa le pido, si usted defiende la vida, manifiéstelo, le aseguro que somos más.
@comandanteserra




